La guerra de los videos 24 DE AGOSTO 2020
En el marco de la serie de televisión que ha diseñado el presidente López Obrador en torno al caso de Emilio Lozoya, para golpear a la oposición todos los días en las comparecencias mañaneras, presenta un nuevo capítulo de la temporada en curso.
Bajo la lógica de una campaña publicitaria, por días pidió al fiscal General de la República que hiciera públicos los videos que Lozoya, testigo protegido, habría entregado a la FGR. El presidente sabía que el fiscal no lo podía hacer porque se ponía al margen de la ley.
La campaña de marketing tenía como propósito calentar el ambiente y crear interés y expectativas en las audiencias sobre un video que, de acuerdo al anuncio del presidente, daría cuenta de la corrupción de los anteriores gobiernos.
En ese ambiente creado por el presidente, que es un gran publicista, de la nada aparece en las redes sociales un video donde un funcionario del Senado en el gobierno anterior recibe dinero. No se sabe quién lo entrega y tampoco para qué es.
El presidente violenta la secrecía de la FGR y en la mañanera del 18 de agosto pasa el video que un día antes él mismo había hecho circular. Surgen preguntas: ¿El presidente obligó al fiscal a dárselo? ¿Alguien de la fiscalía lo entregó al gobierno? ¿Cómo lo obtuvo?
La FGR se deslindó del hecho y dijo que abriría una investigación sobre la filtración del video. Los resultados de esta, si realmente se hace, nunca se van a dar a conocer. El video pasó en todos los medios y estuvo en todas las redes. Resultó una bomba mediática como lo había planeado el presidente.
En su discurso mañanero dijo, sin más, que el video era la prueba -por cierto, no tiene validez jurídica- que demostraba la corrupción de los gobiernos anteriores. En su versión ese dinero se había utilizado para sobornar a senadores de la oposición, para que apoyaran la reforma energética. Todo sin más pruebas que los segundos de un video donde no se mencionan nombres.
El presidente, con esta acción que violenta la ley, abrió la caja de Pandora. Al día siguiente el periodista Carlos Loret de Mola da a conocer un video donde Pío López Obrador, hermano del presidente, recibe en dos ocasiones dinero de parte de un asesor del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco. Queda claro que son recursos para ser utilizados por el ahora presidente.
Existe la duda de si el mandatario consideró, en un mal cálculo político, que no habría reacción por parte de los integrantes de la oposición que se sintieron agredidos, o que sí la valoró, pero que en un balance de costos y beneficios decidió que valía la pena. Así, el presidente abrió la guerra de los videos.
Ahora es claro que a cada video que pase el presidente va a salir a la luz otro que compromete a él y a su gobierno. Al violentar el proceso jurídico contra Lozoya, para convertirlo en uno mediático y de corte político para agredir y desprestigiar a la oposición -no para buscar la justicia- el presidente opta por ensuciar el ejercicio de la política y también de la justicia.
Es muy probable que el presidente, en aras de su proyecto político, siga con el libreto que ya ha escrito para dar continuidad a la serie, las temporadas y los capítulos. En ese caso vamos a ver una de las mayores degradaciones de la política que haya tenido México. Eso depende solo del presidente.
En el caso Lozoya y en cualquier otro debe seguirse el camino de la ley y no politizar y mediatizar la justicia que es lo que todos los días hace el presidente. Con su actitud lo que da entender es que está dispuesto a todo de cara a mantener su proyecto y a su partido en el poder. No importa el costo que el país y la sociedad tengan que pagar.
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21 DE AGOSTO 2020
La doctora en psicología clínica Mary I Trump (1965), sobrina del presidente de Estados Unidos, acaba de publicar el libro Siempre demasiado y nunca suficiente: Cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo (Urano, 2020) que es un éxito a nivel mundial.
Ella es hija de Fred Trump, hermano de Donald Trump, y tiene una maestría en literatura por la Universidad de Columbia. Con motivo de la presentación de su libro ha dado una serie de entrevistas por todo el mundo.
En la que concedió a Víctor Sancho (El Universal, 14.08.20) plantea que sobre su tío “ha faltado (…) una discusión abierta sobre su capacidad mental. Desde un principio encontré desconcertante que no se le hiciera responsable de nada, asumiendo que tiene una mala personalidad”.
Y añade que no pude contar “la cantidad de veces que he escuchado a gente decir que miente, engaña, maltrata a las mujeres, pero es inevitable (…) Solo por el hecho de que siempre ha sido horrible no significa que debamos dejarle seguir siendo. Que sea incapaz no significa que no se le tenga que tomar en serio cuando habla”.
La psicóloga clínica sostiene que el presidente “usa amenazas e intimidación, abuso y probablemente castiga a quienes le dicen la verdad, destroza a quien no le siguen al pié de la letra (…)” y que está aterrorizado por dos cosas: “una es que la gente, incluido él mismo, descubra la verdad sobre él. Gasta una cantidad enorme de energía para asegurarse de que eso no ocurra. La otra es que sigue aterrado por mi abuelo, que castigaba la debilidad con el castigo más severo (…) Cuando escuchamos a Donald hablar con su hiperbólica autoestima de lo magnífico que es, está hablando a una audiencia de una persona: mi abuelo. Está tratando de convencerlo de que no lo mate”.
La autora, que se manifiesta abiertamente como lesbiana, tenía 16 años cuando su padre murió a consecuencia de su alcoholismo. Era el mayor y su padre quería se hiciera cargo de los negocios inmobiliarios de la familia, pero se negó y se hizo piloto. Ella ha votado siempre por el Partido Demócrata.
Como profesora ha dado cursos de psicopatología y psicología del desarrollo. Piensa que el libro ahora tiene más sentido “porque la gente ha visto el daño que ha hecho su ineptitud, su impulsividad, su ignorancia y su crueldad. Tenemos evidencia de las cosas espantosas que han ocurrido directamente de él”.
Para ella resultó alarmante que siendo su tío como es, más de 60 millones de personas votaron por él y “cuando se escabullía de todo fue cuando me di cuenta de que él no era realmente el problema, era la gente a su alrededor. Cuanta más información saliera sobre su incapacidad, menos capaz sería la gente que lo rodea de apoyarlo sin sufrir las consecuencias”. ¿En México no habrá un psicólogo o un psiquiatra que se anime a hacer un libro como este?
20 DE AGOSTO 2020
En México el número de las personas con hambre creció del 8% de la población total en 2014-2016, al 11.5 % en 2017-2019, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El documento “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” dice que en México la población en esa situación pasó de 9.7 millones a 14.6 millones.
Y que la población que experimenta inseguridad alimentaria moderada o grave pasó del 27.4 % al 34.9 % que es un crecimiento de los 33.4 a 44 millones de personas.
En el mundo a final de 2020 las personas con hambre podrían aumentar entre 83 y 132 millones de personas producto de la pandemia y sus consecuencias, de acuerdo a la ONU.
En el estudio se dice que en 2019 fueron 690 millones de personas, el 9% de la población mundial, las que pasaron hambre que son 10 millones más que en 2018.
Asia es la región del mundo que en números absolutos tiene más personas con hambre al sumar 381 millones y en términos relativos es África con el 20 % de la población mundial.
De acuerdo al informe, la pandemia “está intensificando las vulnerabilidades e insuficiencias de los sistemas alimentarios en el mundo”, que son todas la actividades y procesos que afectan la producción, distribución y consumo de comida.
La ONU sostiene que con las actuales cifras y lo que se espera en el futuro será imposible cumplir con la erradicación del hambre para 2030 como estaba señalado en los objetivos del desarrollo del milenio.
Ahora las proyecciones son que para el 2030 habrá 890 millones de personas con hambre, que sería el 9.8% de la población mundial.
Las estimaciones podrán ser todavía más negativas a la medida que se prolongue la pandemia. Son altas las posibilidades de que a finales del año crezca todavía más en México y el mundo las personas con hambre.
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19 DE AGOSTO 2020
La ONU en el documento El impacto del Covid-19 en América Latina y el Caribe estima que para el final de 2020 el porcentaje de los mexicanos en situación de pobreza pase del 41.5 % (2018) a 50.3 %.
De acuerdo a esta estimación, 11 millones más de mexicanos van a ingresar al nivel de la pobreza. De la región México es el país donde crecerá más la pobreza extrema. El pronóstico de la ONU puede darse o no, pero debe tomarse en cuenta.
Entre los meses de enero a mayo de 2020, el número de los mexicanos en condición de pobreza extrema creció en 10 millones a consecuencia de la pandemia, según el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM. 
A finales de febrero el 17 % de la población, 22 millones de personas, estaban en situación de pobreza extrema por ingreso y para mayo ya eran 32 millones de personas.
Lo anterior a partir de que el número de quien no tenía trabajo pasó de 5.4 millones a 19.4 millones en mayo de acuerdo al INEGI.
A esto se añade que para ese mismo mes 26 millones de personas sí tenían trabajo, pero su salario no alcanzaba para pagar la canasta básica de dos personas, como lo plantea Acción Ciudadana Contra la Pobreza.
Los números en agosto han variado en la medida que parte de la actividad económica se ha retomado a pesar de que la pandemia continúa y el número de los muertos ronda ya los 60 mil.
Entre los especialistas no hay duda de que la pobreza y la pobreza extrema han aumentado, aunque al final del año las estimaciones sobre el número total puedan cambiar.
También es evidente que los programas sociales que impulsa el gobierno no cubren las necesidades que se han generado en la población por la pérdida del empleo, la reducción del monto de los salarios y el aumento de la pobreza.
Ya en este momento los actuales programas sociales están rebasados ante la dimensión del problema. Se concibieron para otro momento y la realidad ha cambiado de manera notable. Han surgido distintos grupos de pobres que no estaban contemplados en la política social.
Los especialistas plantean la necesidad urgente de nuevos programas sociales que no solo contemplen la entrega de recursos para la subsistencia, sino que impulsen los proyectos productivos capaces de generar empleos e ingresos.
Entre ellos también hay acuerdo que la política económica, que el gobierno ha seguido en la pandemia en contra de todas las recomendaciones internacionales, ha incrementado los niveles de desempleo y pobreza. Otra política hubiera evitado lo que ahora se vive.
Es evidente que el gobierno no tiene los recursos para enfrentar una crisis social como la que ya está y se va a incrementar. Lo más rentable y que puede tener mayor repercusión es que el gobierno dé garantías y estímulos a la inversión privada para reactivar la economía.
17 DE AGOSTO 2020
Ante la profundidad de la crisis económica producto de la pandemia, que ya venía antes, se estima que la recuperación del valor nominal del PIB para alcanzar las condiciones que tenía al cierre del 2019 ocurra, si no hay problemas, hasta el 2025.
Los bancos coinciden que la poca ayuda fiscal del gobierno a las pequeñas y medianas empresas y a los trabajadores por su cuenta han generado una destrucción profunda del empleo formal e informal y un aumento en la desconfianza del consumidor que va a costar mucho revertir.
La crisis, de suyo grave, se multiplica por la posición reiterada y férrea del gobierno de no apoyar a las empresas para conservar el empleo. Muchas han tenido que cerrar con el incremento exponencial del desempleo, que necesariamente aleja la recuperación.
A eso se añade que, producto de la crisis, se reducen los ingresos tributarios del gobierno y con ellos el monto de la inversión pública. Así se establece un círculo perverso que profundiza la crisis y alarga el tiempo de la recuperación.
Los analistas del sector financiero no se explican la decisión del gobierno de no dar apoyos fiscales cuando tiene líneas de créditos abiertas en los distintos organismos internacionales.
El gobierno, por razones ideológicas y no económicas, ha optado por una política que profundiza la caída del PIB con las consecuencias que trae en el aumento del desempleo y la pobreza.
La recuperación económica que sigue a las recesiones profundas, como la que ahora se vive en México, se dan con mayor lentitud. Esto porque la severa contracción origina fenómenos adyacentes como, por ejemplo, la destrucción de las cadenas productivas que luego cuesta mucho volverlas a construir.
En México el gobierno ha actuado en sentido contrario a lo hecho por la mayoría de los países, que para evitar la caída de la economía han recurrido a planes agresivos de apoyos fiscales y monetarios como nunca antes se había dado a nivel mundial.
Los gobiernos por razones sanitarias, en defensa de la vida, se han visto obligados a parar la economía, pero ellos mismos son los que en el marco de una estrategia impulsan medidas económicas y financieras, para evitar la destrucción del aparato productivo y evitar una posible crisis financiera por el crecimiento de la cartera vencida de familias y empresas.
Los analistas de los distintos bancos coinciden en señalar que para el caso de México la recuperación será muy lenta y que va a tardar entre cuatro y seis años volver a los niveles de 2019. Se habrá perdido un sexenio. Y esto, en buena medida, por la política económica y financiera seguida por el gobierno en los meses que lleva la pandemia, que todavía no se sabe cuándo va a terminar.
14 DE AGOSTO 2020
En julio el BID y el Woodrow Wilson Center en Washington dieron a conocer estudios sobre los efectos de la pandemia de Covid-19 una vez que esta pase. Sus conclusiones son demoledoras.
El documento del banco Salir del túnel pandémico con crecimiento y equidad: Una estrategia para un nuevo pacto social en América Latina, asegura que los países al fin del Covid-19 se van a encontrar con una mayor desigualdad, más pobreza, más desempleo, más informalidad, más empresas en quiebra y con sectores financieros debilitados.
La globalización se verá afectada con impactos relevantes en las cadenas de valor. Y añade que los retos económicos y sociales que se avecinan en la región van a ser los más difíciles de los últimos 20 años. México no es la excepción y se encuentra entre los países que más van a ser más golpeados.
El texto afirma que la actividad económica se va a realizar en situación de incertidumbre mientras no exista la vacuna y la posibilidad del rebote siempre estará presente. Los problemas que se veían antes de la pandemia como el crecimiento de la economía, la generación de empleo y el aumento de la desigualdad se han recrudecido de manera considerable.
En Más allá del Covid-19. Que observar en 2002 del Woodrow Wilson Center se plantea que, aunque como efecto de la pandemia ya se perciben grandes daños en la economía, el Covid-19 no ha terminado y sus efectos serán todavía mayores a los que ya están presentes.
De México sostiene que la política del presidente López Obrador ha provocado reacciones negativas de los inversionistas lo que agrava la crisis y que “el decepcionante desempeño económico del país y la creciente violencia han socavado el apoyo al presidente, y su postura cada vez más agresiva frente a la comunidad empresarial no ha ayudado”.
El centro ve que en la región las mujeres han sido una parte importante de la fuerza laboral sanitaria que ha hecho frente a la pandemia, pero se han visto particularmente afectadas por el confinamiento que las ha puesto en una situación de riesgo por la violencia intrafamiliar y también se ven en dificultades para seguir su educación. Y sostienen que la pandemia traerá retraso en conquistas históricas de las mujeres.
De acuerdo al BID, para la recuperación económica no sirven las estrategias del pasado como las que se pusieron en marcha en la crisis de 2008-2009. Ahora se requiere la reasignación del gasto hacia la infraestructura por el efecto multiplicador que éste tiene tanto a nivel de la producción como de la generación de empleo.
Comunicación presidencial
DIPLOMADO EN COMUNICACION
En Buena Onda con Paulina Greenham
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