Lecturas 1966 - 2019
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  • 25 DE ENERO DE 2019
    Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) en Patria (Tusquets, 2017) presenta la historia de dos familias vascas en medio de la guerra declarada por ETA en el País Vasco.
    La historia se desarrolla a lo largo de cuarenta años, del tiempo de la muerte de Franco al cese final de la actividad armada de los etarras en octubre de 2011.
    Las dos familias, que siempre han sido amigas, viven en un pequeño pueblo de Guipúzcoa, que no tiene nombre, arraigados a costumbres y tradiciones.
    Todos se sienten orgullosos de ser vascos y hablar el euzkera. En el pueblo no existe una barrera tajante entre los espacios de la vida privada y pública.
    Sus habitantes se encuentran en la plaza, en iglesia, en la taberna, en la tienda, en la carnicería y también en el club de ciclismo y en las fiestas religiosas y civiles.
    El pueblo es una extensión de la casa y la casa del pueblo. Siempre todo se sabe. Son parte de una comunidad donde la vida privada no existe.
    Las cabezas de estas dos familias son Joxian y el Txato, que son pareja de Miren y Bittori que se tratan como hermanas. Las dos de jóvenes pensaron hacerse monjas. Siempre se cuentan todo.
    De pronto esa relación empieza a quebrarse y las familias se distancian. Las actividades de ETA en el pueblo son el origen de la ruptura.
    Txato, que es un empresario del transporte, empieza a ser extorsionado por los etarras. En el pueblo aparecen pintas que lo acusan de explotador.
    La gente del pueblo, también Joxian y Miren, les hacen el vacío. En la comunidad unos simpatizan con ETA, pero otros solo le tienen miedo.
    Txato, que se guarda para sí las amenazas, un día aparece asesinado por la banda terrorista. Bittori tiene que salir del pueblo, sus hijos ya lo habían hecho antes.
    Ella en adelante va a vivir en la búsqueda de la respuesta de por qué mataron a su marido y también frente a la demanda de que le pidan perdón.
    En torno a estos cuatro personajes hay otros muchos más. En particular los hijos de las dos familias que se crearon juntos y compartieron muchas cosas en su niñez.
    Los hijos de Txato y Bittori: Xabier trabaja como médico en San Sebastián y Nerea, que cuando el asesinato estudia en Zaragoza, ya graduada labora en la oficina de gobierno en San Sebastián.
    Y los hijos de Joxian, obrero metalúrgico, y Miren: Joxe Mari, que se incorpora a ETA; Arantxa, que queda incapacitada y está al cuidado de sus padres, y Gorka escritor y locutor de radio que vive en Bilbao.
    Pasa el tiempo y Bittori empieza a visitar la tumba de Txato. Con él tiene grandes pláticas. Al principio, en el pueblo, la rechazan y ven con desconfianza, pero ella se mantiene en su posición y vuelve a su casa.
    Miren, a veces también Joxian, visitan a Joxe Mari en la cárcel. Ha sido detenido por las autoridades por su participación en actos terroristas.
    La novela es un gran coro polifónico donde cada personaje tiene voz propia. A partir de la historia de cada uno de ellos se teje la historia total.
    Los personajes hablan para sí y consigo mismos. Se preguntan del porqué de las cosas, del sentido de sus vidas, del dolor y de la pérdida.
    La novela se adentra en las dos caras de la sociedad vasca durante los años de la guerra declarada por ETA a partir de la historia de estas dos familias.
    Aramburu ofrece un retrato profundo, complejo y radicalmente humano de la sociedad vasca y lo hace como si él mismo hubiera vivido lo que cuenta de primera mano.
    En esa historia están presentes las víctimas y los verdugos. Son seres humanos que viven el mundo que los rodea. Son hijos de su propia realidad y circunstancias.
    Verdugos y víctimas participan de una misma humanidad. Se esgrimen, sin juzgar, las razones de las partes. Las convicciones profundas de unos y otros.
    Aramburu construye con gran solidez la historia a partir del cruce permanente de las distintas perspectivas en un ir y venir entre el pasado y el presente.
    Entre la memoria del ayer y lo que ahora se piensa del hoy pero también del pasado. Los personajes siempre hablan en primera persona. Lo hacen de sí y de los demás.
    La novela se divide en ciento veinticinco apartados entrecruzando las historias de los distintos personajes que le dé una extraordinaria agilidad e interés a un texto de más de 600 páginas.
    Aramburu por esta obra en España ha ganado: Premio de la Crítica (2016), Premio Francisco Umbral como novela del año (2016) y Premio Nacional de Narrativa (2017). Hasta ahora la obra se ha traducido a más de diez idiomas.
    ***
    Patria
    Fernando Aramburu
    Tusquets Editores
    México, 2017
    pp. 646 
     
     
    18 DE ENERO DE 2019
    Con Arde Josefina (Random House, 2017), Luisa Reyes Retana (Ciudad de México, 1979) ganó el Premio Mauricio Achar / Literatura Random House 2017. De ésta, que es su primera obra, dice la autora: “Me propuse escribir un thriller psicológico en el que distintos elementos como humor, tragedia, feminidad, cariños peculiares, acción, reflexiones y confrontaciones jugaran simultáneamente”.
    La novela cuenta la historia de Jon y Holly, una pareja inglesa, y sus hijos Josefina y Juan que nacen en Manchester. La familia se traslada a vivir a México cuando ellos son todavía niños. Los padres mantienen una actitud distante y fría con sus hijos. En ese ambiente los hermanos establecen una relación de dependencia mutua.
    Josefina, quien narra la historia, cuenta la vida familiar en un ir y venir entre el pasado y el presente. Juan, desde muy niño, sufre diversas alteraciones que le provocan violencia e inestabilidad emocional. Él es particularmente agresivo con sus padres, pero también, de otra manera, lo es ella.
    Cuando Josefina cumple los 18 años, los padres deciden regresar a Inglaterra y a ésta le dan la tutela legal, para que cuide de su hermano. Queda en la ambigüedad si algún día van a regresar o es una separación definitiva. Ella, en medio de esa realidad, intenta vivir una vida como toda la gente. Su condición, con todo, no es la de una familia normal.
    Un año después de que los padres se van a Inglaterra Josefina recibe una llamada de Manchester; es Cornelia, hermana de su padre. Le dice que Jon y Holly han muerto. Ella por enfermedad y Jon al día siguiente se suicidó. Se enteran que tienen familia y que sus padres habían sido muy pobres. Holly se había creado en un orfanato. Josefina y Juan descubren una historia que se les había negado.
    Después de unos años ella decide internar a Juan en un hospital que está en el mineral de Real del Monte, lugar relacionado con la presencia de los ingleses en México. Un día el director del hospital le llama, para decirle que Juan tuvo relaciones con Ágata, también paciente, y que ésta va a tener un hijo. Cuando nazca alguien se tiene que hacer cargo de él.
    Josefina se entrevista con los padres de Ágata, que también le piden se haga responsable del niño. Ella se pregunta si lo debe o no de hacer. Mientras ella vive ese dilema, el director del hospital le vuelve a llamar, esta vez, para decirle que Juan se ha suicidado.
    En el funeral se aparece Terry el amor de juventud que un día, sin explicaciones, desapareció de su vida. El encuentro la enfrenta con su pasado. Ella está segura que Juan no se suicidó sino que fue asesinado. Hace que abran la tumba, pero en el cadáver de Juan no hay ninguna evidencia que pruebe eso.
    Josefina y Terry deciden vivir juntos. Ellos se van a hacer cargo del hijo de Juan y Ágata, que es un niño normal. Un día Josefina decide quemar el hospital. Antes había quemado la casa familiar. En Juan, la sensación de abandono, desde la más tierna infancia, lo lleva a la locura. Josefina también ha enloquecido, pero de una manera distinta.
    En la novela Reyes Retana, en la fluctuación permanente entre la locura y la cordura, reflexiona sobre la familia, la violencia, la hostilidad, el abandono, la soledad, el odio, el amor, la dependencia, la relación de los hermanos, la negación y la locura. Los personajes de la novela son emocional y mentalmente complejos. Tienen muchas facetas. 
    La primera obra publicada de Reyes Retana es una novela corta con un lenguaje conciso y preciso. El estilo es directo y muy ágil. La estructura de la historia y la manera de contarla logra que desde el primer párrafo la obra despierte el interés que se mantiene hasta el final.
    ______
    Arde Josefina
    Luis Reyes Retana
    Literatura Random House
    México, 2018
    1986
    El luto humano
    José Revueltas
    Editorial Era
    Obras Completas No.2
    México, 1986
    pp. 187
     
    El autor describe la situación límite de los hijos traicionados de la Revolución Mexicana por el régimen que surge de ella y los cristeros que han sido abonados por la Iglesia y por Dios. Con una fuerza avasalladora viven el amor, la esperanza, el deseo, el hambre, la muerte y el odio que se entrecruzan en un ambiente de tierras yermas.
    Cada uno de los personajes de la novela va al encuentro de un destino que les es imposible evitar. Se mueven en el amiente cargado de infortunio y desesperanza del campo mexicano. El texto de Revueltas es original y vale por sí mismo. Al avanzar en la lectura recordaba Al Filo del Agua, de Agustín Yáñez, y también el "realismo mágico" de Gabriel García Márquez.
    La novela está escrita con elegancia y resulta ágil a pesar de la densidad del ambiente difícil, duro, en el que se desarrollan los hechos y se mueven los personajes. Pienso que a la distancia de los años hay elementos que están ya superados, de manera particular el uso de un cierto barroquismo culterano, algunas de las referencias al pasado indígena o la manera de abordar el tema religioso. La edición original es de 1943.
    2019
    Lord Jesus / Señor  Jesús  
    Francisco Borboa y Anna Liang
    Kuangchi Cultural Group
    Taipéi, Taiwán, 2018
    pp. 102
     
    El pintor mexicano Francisco Borboa (California, 1923) vive en Asia desde 1948. Tiene ahora 95 años y no deja de pintar. Él y su esposa Anna Liang (Cantón, 1938) viven en Taipéi, la capital de Taiwán.

    En Lord Jesus (Taipéi, 2018) libro escrito en chino, español e inglés, Borboa reúne 42 escenas de la vida de Jesús pintadas entre 2016 y 2018.

    Cada una de las pinturas, algunas exhibidas en galerías de Taipéi, se acompaña de una cita bíblica y un comentario que explica el sentido de la escena que es un trabajo de Liang.

    Borboa ingresó a la Compañía de Jesús en 1943 y en 1957 se ordenó sacerdote en Filipinas. En 1962, después de 19 años de jesuita deja la Orden.

    Sólo se lleva tres cosas: su crucifijo, su Breviario y un par de camisetas. Tiene entonces 42 años. Comienza una nueva vida.

    A partir de entonces se dedica por completo al arte. En 1966, después de recibir las dispensas sacerdotales, se casa con Liang.

    Sus murales, de grandes dimensiones, se encuentran en hoteles de Hong Kong y Macao y también en iglesias, universidades y hospitales de Australia, Borneo, Malasia Oriental, Japón, Filipinas, Taiwán y también en México y España.

    Desde hace muchos años, son ya décadas, Borboa se ha dedicado a representar la figura de Jesús. Su obra, como él lo dice, es un intento de integrar lo religioso y lo artístico.

    Los 42 acrílicos que contiene el libro son imágenes figurativas estilizadas, donde nunca los rostros están definidos. La paleta de Borboa es de colores intensos y brillantes.

    El artista trabaja los fondos en una mezcla de colores a veces desvanecidos, pero en otras en busca del contraste. El rostro de Jesús siempre está rodeado de una aureola a veces blanca y otras amarilla.

    En 1972 Borboa realiza su primera exposición individual en Hong Kong. A partir de entonces se suceden exposiciones de mosaicos, acuarelas y acrílicos en ciudades como Manila; Taipéi; Macao; Guadalajara; Ciudad de México; Bilbao; Madrid y Santander.

    A los 95 años Pancho sigue trabajando con intensidad la obra de caballete. En las primeras semanas de 2019 ya ha pintado tres cuadros con escenas de la vida de Jesús.

    La difusión de la figura y el mensaje de Jesús es el tema central de la obra de Borboa que se asume, como también lo hace Anna, sus seguidores.

    En la dedicatoria el libro que Pancho, así le decimos los amigos, me mandó desde Taipéi dice: “Aquí les mandamos material para contemplar y meditar. Son casi dos años de gozo pintando Los Actos del Señor”.      


    2018
    Vivian Gornick (Nueva York, 1935) escribe La mujer singular y la ciudad (Sexto Piso, 2018) como un texto autobiográfico a partir de experiencias personales, pero también de lecturas, de retratos de personajes de la ciudad, de la descripción de sitios de Nueva York, de su relación con amigos y amantes, y de su visión de la literatura y sus creadores.
    La obra ofrece más allá de una aguda observación de la vida de la ciudad y sus habitantes, para el caso Nueva York, una profunda reflexión sobre la condición humana. La autora, una mujer singular, nos conduce a través de la gran metrópoli y nos da cuenta de la gente que la habita.
    En la narración siempre está presente Leonard, un amigo con el que se reúne a platicar todas las semanas, pero también los amigos que fueron y ya no son. En el mapa que ofrece de la ciudad nos lleva a los barrios en los que vivió, pero también a las calles por las que camina y a los lugares que frecuenta.
    La ciudad y los encuentros ocasionales con la gente que encuentra en la calle le permiten hacer más llevadera la soledad que ha escogido como forma de vida. Ella, en los demás, se reconoce y sabe quién es. Hace realidad el principio de la filosofía que solo se toma conciencia del yo a partir de la existencia del otro.
    El texto es un collage, muy bien armado, donde cada una de las partes se sucede de manera armónica y con un gran ritmo. En el entrecruce de encuentros personales e historias está la explicación de los que son y significan. El collage de la observación es también uno sobre la reflexión del ser humano y su manera de enfrentar la vida.
    Gornick piensa, de manera particular, sobre su condición de feminista y lo que eso ha implicado en su vida. Es lo que la lleva a la reflexión sobre la independencia y la verdad y también sobre la soledad, su propia soledad. Eso es lo que constituye o da lugar a “la mujer singular”.
    Las calles de Nueva York, ciudad con la que la autora se identifica, son el Liceo de Aristóteles y la Academia de Platón. Las calles ofrecen la materia para reflexionar y aprender y son también el espacio donde se realiza el ejercicio de pensar. En ellas se da el diálogo y el intercambio con los otros.
    El texto se construye como unas memorias en las que están presentes fragmentos íntimos de la vida personal, pero también el registro antropológico, a la manera del diario de campo, el análisis literario y la reflexión psicológica y filosófica.
    Ese conjunto da cuenta de una mujer que en razón de su libertad y de su decisión de vivir conforme a lo que piensa ha estado dispuesta a pagar todos los costos. No los ignora. Es consciente de los mismos, pero asume que vale la pena.
    Con Leonrad, su amigo íntimo, verbaliza lo que piensa. Ella y él, uno al otro, se abren de manera total y reconocen lo que son. Se saben frágiles. Son conscientes que envejecen y que la vida pasa.
    Estas memorias de Gornick son literatura. Gran literatura. El estilo es directo y claro. Las reflexiones más profundas se plantean de una manera sencilla y elegante. La narrativa es poderosa y atractiva.
     
    Ficha técnica:
    La mujer singular y la ciudad
    Vivian Gornick
    Editorial Sexto Piso y Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS)
    México, 2018
    Pp. 135
    Versión original: The Odd Woman and the City: A Memoir, Vivian Gornick, Farrar, Straus and Giroux, LLC, New York, 2015. Traducción de Raquel Vicedo. Primera edición en español de Sexto Piso, 2018.
    2018
    Viajes en la América ignota
    Jorge Ibargüengoitia 
    Editorial Joaquín Mortiz
    pp. 210
     
    Los 29 artículos que integran el libro fueron originalmente publicados en el periódico Excélsior. La primera edición apareció en 1972. Son textos llenos de humor e ironía. Ibargüengoitia se burla y ríe de él y de todos los demás. 
    En cada circunstancia de la vida, de la más trivial a la más solemne, en cada personaje, del más sencillo a lo más encumbrado, en cada viaje, dentro y fuera del país, encuentra el lado que invita a la carcajada.      
    La mirada de Ibargüengoitia, incluso en la más aguda de las críticas, está llena de simpatía por los personajes y lo que pasa todos los días. Cada uno de los textos es un canto a la vida.  
    Revolución en el Jardín es el relato de su visita a Cuba, para recibir en 1964 el Premio de la Casa de las Américas. Con ironía, fina y profunda, se acerca a las nuevas y peculiares maneras que impone el gobierno de la Revolución Cubana.    
    En Viaje a la América Ignota narra su estancia como profesor de español en un centro de aprendizaje de idiomas en Monterey, California. La descripción de los dueños del lugar, de los profesores y de los alumnos es una delicia. 
    Con mirada aguda, en Carta desde Washington, describe a la capital de los Estados Unidos y a la gente que ahí vive. Ciudad “llena de fuereños” que comparten una característica en común “viajan con los gastos pagados”.    
    Su crítica a México y a los mexicanos es mordaz y a la vez cariñosa. Está presente en: Mexicanos en el extranjero, Diseños industriales mexicanos, México canta y escucha, Cuento para el niño revolucionario, Homenajes: A la Policía, A las criadas, A las madres y A los teléfonos públicos.
    Y también se ríe de México y los mexicanos en El lenguaje de las piedras, donde habla sobre los héroes de la historia patria y los monumentos que se les han hecho en distintas épocas de la historia.         
    De él se burla en Botiquín de viaje, que describe los componentes de su propio botiquín. En El puente de los asnos describe a los maestros que tuvo en la escuela y en la universidad.  
    Los textos son ágiles y muy bien escritos. Revelan al literato capaz de aprovecharse de cualquier cosa, para escribir un relato. En este caso todos llenos de humor. Revolución en el Jardín me hizo reír a carcajadas. 
    Siempre, pero más en las actuales circunstancias, en México se requiere, urge, una lectura de la realidad, de la política y de los políticos con la ironía y el humor de Ibargüengoitia. Ayudaría a ubicar las cosas en su justa dimensión. 
    2018
    Remembranzas, silencios y charlas con Santos Balmori
    Helena Jordán de Balomori
    Coordinación de Difusión Cultural UNAM
    México, 2003
    pp. 126
     
    Helena Jordán de Balmori, quien por más de 40 años fuera compañera de Santos Balmori (1899-1992) construye este texto de carácter biográfico a partir de una charla imaginaria con quien fuera su compañero. Recurre también a notas que Balmori reunía en una especie de diario muy personal y a reflexiones de la misma autora.
    Balmori, hijo de padre asturiano y madre tlaxcalteca, nació en Ciudad de México, pero cuando tenía cuatro años, la familia se fue a vivir al Soborrón, el pueblo de Asturias donde había nacido su padre. Ahí, su madre muere cuando tenía seis años.
    La familia una vez más vuelve a emigrar y en 1912 se traslada a Santiago de Chile. Desde Argentina cruzan la cordillera de los Andes, a caballo. El bachillerato lo estudia en el Instituto Barros Arana. Cuando tiene 16 años su padre se suicida.
    Ingresa a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de Santiago de Chile, pero sus tutores le prohiben que estudie arte. Se rebela y solo se va a España para inscribirse en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.
    Ahí, tuvo de maestros a Moreno Carbonero, Joaquín Sorolla y Julio Romero de Torres. Fue compañero de Salvador Dalí. Un profesor lo anima a continuar sus estudios en París. Aquí se inscribe en la Académie de la Grande Chaumière donde trabaja bajo la dirección del escultor Antoine Bourdelle.
    En París permanece 14 años. Se casa con la bailarina francesa Thérése Bernard (Tete), que muere años después a causa del síndrome de Addison. En esos años conoce y se relaciona con Juan Gris, Maurice de Vlaminck, Foujita, Rabindranath Tagore y Gandhi a quien hizo un retrato.
    Colaboró con el periodista y editor Henri Barbusse, en lo que ahora es el periódico Le Monde, donde Balmori hace ilustraciones. En París hace diseño de textiles, grabado, oleos, carteles publicitarios y carteles en contra del fascismo, por los cuales gana premios internacionales.
    Se reúne semanalmente con los peruanos César Vallejo y Haya de la Torre. Conoce a José Vasconcelos y también a Unamuno y a Ortega y Gasset.
    En París vuelve a casarse con la bailarina sueca Rachel Björnström. En esa época expone en la Galería Duncan. Los días en Francia fueron de duro trabajo, de éxitos, pero también de dificultades económicas.
    Con su esposa se va a vivir a Suecia y ahí permanecen año y medio. Expone en Estocolmo. Regresan a París, pero en busca de un mejor clima, para la salud de Balmori, viajan a Palma de Mallorca. Se encuentra con artistas e intelectuales. Es una época de gran producción.
    Deciden venir a México, pero antes expone en el Museo de Arte Moderno de Madrid. Regresan a Mallorca y desde ahí salen a México. Balmori tiene entonces 36 años y 32 de haber dejado el país donde nació.
    En 1935, Rachel y Santos llegan a Veracruz y en la Ciudad de México los reciben sus amigos: Raúl Carrancá Trujillo, Leopoldo Tomasi, Aguilar Sarmiento y Victor Manuel Reyes que había conocido en Europa.
    Mes y medio después de su llegada gana el primer premio para el cartel de la película Vámonos con Pancho Villa. Al momento de fundarse la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) se inscribe en ella.
    En 1936, en el lobby del Palacio de Bellas Artes expone 120 obras. La crítica recibe muy mal su trabajo. Es el tiempo, en el marco del nacionalismo revolucionario, donde la Escuela Mexicana de Pintura es el único camino a seguir. Solo lo defiende el guatemalteco Carlos Mérida.
    Las galerías le cierran los espacios. Rufino Tamayo lo invita, como él, a salir del país y buscar el “reconocimiento en otra parte”. Él asume que tiene que hacerse responsable de su esposa y de su hija, Kore Mónica, que enferma de poliomielitis a los meses de nacida.
    El presidente Cárdenas le pide que colabore en la escuela, para los niños huérfanos víctimas de la Guerra Civil española. Por algún tiempo se traslada a Morelia donde se ubica ese centro escolar.
    Balmori, con el apoyo del presidente Ávila Camacho, puede mandar a su hija a un hospital de California, Estados Unidos. Al regreso Rachel le pide firme los papeles para llevarse a la niña a Suecia, con la idea de que la conozca su familia.
    Meses después, vía la embajada de Suecia, recibe la solicitud de divorcio. Pasan 20 años antes de que vuelva a ver a su hija que ya mayor decide radicar en México.
    Cuando se funda el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y Miguel Covarrubias, que dirige la Academia de la Danza, lo invita, para que colabore directamente con él. El trabajo se extiende por años.
    Ahí conoce a la bailarina y coreógrafa Helena Jordán con quien se casa. El matrimonio dura hasta que él se muere. Por más de 40 años fueron pareja y compañeros de trabajo.
    Se dedicó a la docencia del dibujo y la pintura durante 30 años. Dio clases en diversas escuelas y por muchos años fue maestro en La Esmeralda.
    Entre sus alumnos, todos integrantes del movimiento que se conoció como la ruptura, están Rodolfo Nieto, Pedro Coronel, Juan Soriano, Carlos Olachea y Jorge Figueroa Acosta.
    Aunque nunca dejó de dibujar, retomó la pintura cuando se jubiló como maestro, para ese entonces ya tenía setenta años. A partir de ese momento expuso en múltiples ocasiones.
    Publicó Áurea mesura, un estudio de la sección áurea, y El dibujo en la expresión plástica, ambos publicados por la UNAM. Escribió ensayos y poemas.
    El libro está hecho con mucho cariño. Es, como dice Lily Kassner, “la historia de la vida del maestro Santos Balmori, contada por él mismo, desde la eternidad, mediante un diálogo con el ser que lo amó intensamente: Helena Jordán, su mujer, modelo de devoción al ser amado”.
    2018
    Luis González de Alba:
    Un Hombre Libre
    Rogelio Villarreal, Coordinador
    Editorial Tedium Vitaes
    México, 2018
    pp. 270
     
    El 2 de octubre de 2016, Luis González de Alba decidió dejar la vida y se pegó un tiro en su departamento de Guadalajara. En 2018, dos años después, Rogelio Villarreal decide convocar a amigos, colegas y escritores para hacer una narración coral, a partir de testimonios, relatos, crónicas sobre la vida y obra del muy peculiar personaje que fue González de Alba.
    Es la voz de 31 amigos, conocidos y admiradores que en 41 colaboraciones escriben sobre él. Hay textos inéditos y otros ya publicados. Hablan del ser humano, del amigo, del divulgador de la ciencia, del traductor, del escritor de ficción, del amante de la poesía, del activista de los derechos humanos de la comunidad lésbico-gay, del promotor de iniciativas en contra el VIH, del amante de la música, del enamorado de Grecia, del empresario dueño de bares gay y también del dirigente del movimiento estudiantil de 1968.
    En el libro hay voces muy diversas por su manera de pensar y también por las materias en las que trabajan. Están, entre otros, Rogelio Villarreal, Adrián González de Alba, René González, José Woldenberg, Román Revueltas, Teresa Zerón-Medina, Alejandro de la Garza, Hugo García Michel, Rosa Albina Garavito, Luis de la Barreda, JIS, Myriam Vidriales, Ariel Ruiz, Roger Bartra, Leo Zuckermann, Jesús Silva-Herzog Márquez y Rafael Pérez Gay.
    En la polifonía del coro se presenta a un “hombre salvajemente libre” como dijo Héctor Aguilar Camín. Un hombre que amó la vida y que incursionó, a profundidad, en muchas disciplinas del conocimiento. Un hombre siempre abierto y de “franqueza apabullante”. Un hombre que sabía reírse de sí mismo y era generoso con sus amigos. René González dice que para él, como para Terencio, “nada de lo humano le era ajeno” y también, en otra frase de Terencio, que “el servilismo produce amigos; la verdad, odio”. Eso a Luis le costó ser expulsado de grupos e instituciones.
    González de Alba era políglota, dominaba el inglés, francés, italiano, griego y hebreo. Le interesaba el español y era muy cuidadoso del idioma en sus artículos y ensayos. Dentro de sus muchos intereses y pasiones, la divulgación de la ciencia fue de las más grandes y contantes. Abordaba todos los temas desde la física cuántica o el genoma humano. Eso lo obligaba a la lectura sistemática de revistas científicas y a la consulta acuciosa de la Enciclopedia Británica.
    Era un polemista apasionado. Le gustaba el debate franco, pero también bien argumentado. Proponía la discusión abierta, clara y racional. Nunca dejó de decir y escribir lo que pensaba sin importar el costo que eso pudiera tener. Esto le trajo la admiración y el respeto de muchos, pero también grandes problemas. Sus amigos dicen que cuando se equivocaba siempre lo reconocía.
    Rogelio Villarreal señala que el conjunto de los trabajos “confluyen en anotar la gran variedad de facetas que tenía Luis al estilo de un hombre renacentista, que lo mismo se ocupaba del arte o de la ciencia, que de la política o la sexualidad. Poseía una visión muy generosa y amplia de la sociedad en la que vivía, con sus filias y sus folias, con sus temores, pero también con sus grandes apuestas”.
    El sobrino de Luis, Adrián González de Alba, recuerda que el día que su tío decide quitarse la vida en la habitación, de su casa de Guadalajara, dejó una camiseta sobre la lámpara, con una frase en griego que resultó ser el epitafio de Kazanzakis: “No espero nada, no temo nada, soy libre”. Un mensaje “que estuvo a punto de pasar inadvertido”, pero que se pudo rescatar.
    2018
    Las aventuras de Miguel Littín clandestino en Chile
    Gabriel García Márquez
    Editorial Diana
    México, 1986
    pp.152
     
    En 1983, después de 10 años de dictadura, el gobierno del dictador Augusto Pinochet (1915-2006) emite una lista con los nombres de los desterrados a los que se les permite regresar a Chile.
    El director de cine Miguel Littín Cucumides (1942) no se encuentra en esa lista, pero sí en la de las personas a la cuales se les prohíbe regresar al país.
    A principios de 1985, Littín decide ingresar a Chile en forma clandestina con la cobertura de un hombre de negocios uruguayo.
    Durante seis semanas filma, con tres equipos, más de siete mil metros de película para un documental sobre la realidad de su país después de doce años de dictadura militar.
    Realiza entrevistas con personas comunes y corrientes y también con gente de la resistencia que operan clandestinamente.
    En su trabajo se enfrenta a situaciones de alto riesgo, que ponen en peligro su vida, y mantiene especial cuidado en la estrategia para mantenerse de incógnito.
    Littín tiene éxito en lo que se propone, y logra abandonar Chile cuando las autoridades chilenas ya habían descubierto su presencia en el país y elementos de seguridad vigilaban el aeropuerto para aprenderlo.
    El resultado de su proyecto es un documental de cuatro horas para la televisión y de dos horas para el cine con distribución mundial.
    Gabriel García Márquez (1927-2014), Premio Nobel de Literatura 1982, a partir del testimonio directo de Littín redacta este libro en estilo de reportaje periodístico, ágil y conciso, el género en que se inició como escritor el colombiano.
    El libro fue publicado en 1986 y en febrero de 1987, el Ministerio del Interior de Chile reconoció haber quemado 15,000 copias de la primera edición del libro por órdenes del dictador.
    Han pasado los años y la historia contada por García Márquez sigue siendo interesante por sí misma, por recordar esa época de Chile y América Latina, que ahora, 33 años después, se repite en Venezuela y Nicaragua, y por la brillantez del relato del Nobel.
    1986
    El arpa y la sombra
    Alejo Carpentier
    Siglo XXI Editores
    México, 1978
    pp. 204
     
    Esta novela de Alejo Carpentier (1904-1980) se publica por primera vez en 1978. El personaje central es Cristóbal Colón y su posible proceso de canonización. Se divide en tres partes: El arpa, La mano y La sombra.
    La primera, El arpa, el papa Pío IX es el protagonista central. Señalan las razones que lo llevaron a abrir la causa de  beatificación de Colón. Está presente el tema de las relaciones entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Se reconoce y subraya la enorme empresa del descubrimiento que asombró al mundo.
    Entran en juego las perspectivas distintas de Colón y Dieguito, un indio llevado a España. En ellas aparecen la visión europea de América y la visión americana de Europa.
    En La mano, la segunda parte, Cristóbal Colón, ya moribundo, en un monólogo, reflexiona sobre su vida y sobre lo que debe confesar al sacerdote que pronto le dará el sacramento de la extremaunción. Habla sobre su pasado y la historia del descubrimiento de América. Se revela como un hombre aventurero, valeroso, intrigante e intuitivo. Deja ver que la ambición siempre ha sido una motivación, para actuar. En el descubrimiento se hace presente la suya y la propia de la Corona Española que quiere expandir sus dominios.
    La tercera, La sombra, un seminarista y un conservador de reliquias del Vaticano discuten sobre la propuesta de la beatificación de Cristóbal Colón. Los papas y los Abogados del Diablo analizan las posibilidades de su canonización. El Gran Almirante, El invisible, que es el alma de Colón está incierto si será valorado por el número y la grandeza de sus hazañas. Asiste a una asamblea formada por espíritus de personajes importantes que toman la decisión de no canonizarlo.
    Carpentier trabaja la novela a partir de una sólida base documental. Es fiel a la historia que acompaña, que reviste,  de episodios de carácter poético. Es la historia de un hombre y de un tiempo. Y es también la historia real y fantasiosa de dos mundos; América y Europa. Es el diálogo permanente e indisoluble entre el tiempo y el hombre; entre el hombre y su realidad que también es temporal.
    La obra está llena de matices y detalles tanto del personaje en lo individual, para el caso Colón, como de la realidad en la que le tocó vivir en el cruce de dos mundos. En la historia lo común y mediocre convive con lo excepcional y grandioso. Son parte de un todo. Así es la vida.
    El arpa y la sombra, como lo plantea un crítico, es una portentosa clase de historia de Europa y América y también de literatura. A lo largo del texto son constantes las citas bíblicas y la referencia a los autores clásicos. Se hace mención de Homero, Virgilio, Séneca, Dante, Voltaire, Rousseau y también de libros científicos y negros.
    Esta novela histórico-biográfica-ensayo literario es una de las grandes obras maestras de la literatura latinoamericana de todos los tiempos. La narrativa de Carpentier está llena de historia, poesía y humor. La lectura no es fácil, exige atención, pero a cambio proporciona un inmenso placer.
    1986
    El archivo de Egipto
    Leonardo Sciascia
    Editorial Origen-Seix Barral
    Barcelona, 1984
    pp. 187
     
    La historia transcurre entre 1782 y 1795 en Sicilia. Cuenta la vida de un capellán maltés, el abate Giusseppe Vella, que crea dos falsos manuscritos con supuesto carácter histórico: El archivo de Sicilia, y el Archivo de Egipto.
    Con estas obras se propone ascender en la jerárquica y cerrada sociedad siciliana, obtener fama, reconocimiento y también dinero.
    En paralelo se narra la vida de Francesco Paolo Di Blasi, abogado, y personaje histórico, al igual que el anterior. Es un hombre ilustrado y  cabecilla de una revolución fallida en contra los poderosos de la época.
    En la historia aparecen también algunos de los personajes más influyentes del Palermo de su tiempo. Todos tienen carácter histórico.
    La primera falsificación es la alteración de un manuscrito árabe que narra la vida del profeta Mahoma. Lo modifica para que aparezca como una historia de Sicilia que nadie conoce.
    El éxito obtenido con su primer fraude lo anima a seguir. Ahora crea un extenso volumen, también supuestamente árabe, El archivo de Egipto, que demuestra cómo a lo largo de los siglos la nobleza siciliana se ha dedicado a hacer suyos bienes que pertenecían a la comunidad.
    Los nobles entran en pánico con el “descubrimiento” del abate Vella. El texto demuestra que sus privilegios y sus propiedades no están avaladas por la historia y por lo mismo son ilegítimas.
    Con la historia del abate Vella y del ilustre Di Blasi se cuenta también la del Palermo de finales del siglo XVIII. Sus estructuras políticas, las miserias sociales y también las del poder.
    La novela es un retrato del conjunto de la sociedad siciliana. Está la tensión entre la monarquía, asentada en Nápoles, que tiene un proyecto renovador y la resistencia de la nobleza de origen feudal conservadora.
    Está también presente el enfrentamiento, que se expresa como algo nuevo, entre los primeros iluministas ilustrados y los guardianes inquisitoriales de la ortodoxia tradicionalista.
    La novela es una crítica al poder y al fanatismo. Hay también una la reflexión profunda sobre el origen de los problemas de Sicilia y la oposición constante entre las fuerzas modernizadoras y las tradicionalistas.
    Las referencias a Sicilia, siempre presentes en la obra de Sciascia, valen también para todas las realidades. Se presentan de tal forma que trascienden lo local y se proponen como temas de carácter universal. Son los propios de la condición humana.Versión original: Il consiglio d’Egitto, 1963. Traducción del italiano al español de Ana Goldar.
    2018
    Efraín González Morfín. Textos Selectos
    Antología por Carlos Castillo
    Fundación Rafael Preciado Hernández ena, construye inianguistenge enresentacion s. oriaria. o haber obtenidootro sactores arimso. noce en la ORde,
    México, 2018
     
    pp. 437
     
    Felicito a la Fundación Rafael Preciado Hernández y al PAN por la publicación de Efraín González Morfín. Textos Selectos, antología de Carlos Castillo. Que ha hecho un gran trabajo.
    El conjunto de los textos seleccionados ofrecen una poderosa reflexión, en base a teoría política sólida, en diálogo con la realidad de un país como el nuestro.
    De Fernando Rodríguez es el ensayo introductorio y de Javier Brown y Rafael Estrada los ensayos sobre la obra Cambio democrático de estructuras. Los tres textos son una guía de lectura y ofrecen ideas sugerentes sobre la obra de Efraín González Morfín.
    El libro es una obra importante que debe ser conocida por todos los panistas, por académicos y políticos de otros partidos y por la ciudadanía interesada en los temas políticos y sociales.
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    Agradezco a Fernando la invitación a la presentación del libro. De esta invitación se derivó, cosa que también le agradezco, empezar el estudio de Efraín chico. Que nació el 5 de junio de 1929, en Guadalajara, y murió el 21 de octubre de 2012, en Zapopan.
    Su figura siempre me ha sido familiar, lo conocí, pero no lo traté, y desde hace mucho tiempo tenía la inquietud de saber más sobre su vida y obra. Ya empecé.
    Entre Efraín y yo, guardadas todas las distancias, hay algo en común. Los dos estuvimos en la Compañía de Jesús 14 años. Él de 1945 a 1959 y yo de 1966 a 1979.
    Los dos estudiamos teología y pudimos habernos ordenado sacerdotes, pero no lo hicimos. Él, meses antes de esa posibilidad, salió de la Orden cuando estudiaba teología en Innsbruck, Austria, para empezar una nueva etapa de su vida. Y yo salí, para incorporarme a la guerrilla en El Salvador.
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    En la presentación de un libro hay tres posibilidades:
    Hablar del personaje, de quien escribe.
    Hablar del contexto, de la realidad en la que se escribe.
    Hablar del texto, de lo que se escribe.
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    Ahora quiero hablar del personaje. Otros, aquí presentes, ya hablaron del texto y de la vigencia de las ideas de Efraín. En estos días he reunido material de entrevistas y escritos. Les comparto unas primeras notas.
    Al primero que llamé, ahora que empiezo mi trabajo de conocer mejor a Efraín, fue al doctor Jorge Alonso Sánchez, profesor-investigador del CIESAS-Occidente e investigador emérito del Sistema Nacional Investigadores (SIN) y Doctor Honoris Causadel Colegio de Jalisco.
    A Jorge, el doc, para sus amigos, lo quiero y le debo mucho. Él también fue jesuita y ha estudiado el pensamiento de Efraín González Luna. Efraín grande.
    Jorge fue alumno de Efraín chico.
    A mis primeras preguntas sobre él, Jorge me respondió:
    “Lo que yo destacaría de Efraín chico, es su sapiencia, inteligencia, y profundidad. Fue un gran hombre, de esos que hay pocos.
    Con él, en 1968 y 1969, estando en teología,       estudiamos a Carlos Marx junto con Porfirio Miranda,    que fue quien lo invitó. Efraín, lo primero que hizo fue    meternos a estudiar en serio a Hegel, para entenderlo.        Era muy acucioso y atinado.
    Efraín hizo los primeros análisis de los informes    presidenciales, para desentrañar lo que había de   avances y cuáles eran los grandes problemas que permanecían.
    De él aprendí a realizar esos análisis que después       hicimos en Ajusco. Nunca le gustó que el poder      económico se apoderara del PAN, para hacerlo su      instrumento.
    Quiso que el PAN fuera instrumento ciudadano de la gente común, con la perspectiva de la inspiración de las grandes encíclicas sociales.
    Desde los años setenta destaco el Solidarismo, no la caricatura clientelar de solidaridad de Salinas.
    Fue un hombre íntegro, con principios que no se vendió ni cambió.
    Fue un hombre crítico de la política mexicana y de su propio partido al que tuvo que renunciar cuando la extrema derecha lo capturó.
    Creo que de esos políticos hay pocos y que él fue un ejemplo a seguir.
    Otro rasgo, también poco común, fue que cuando el PAN necesitaba un fuerte candidato contra Echeverría, él era de la opinión de ya no participar en elecciones que estaban controladas por el Estado.
    Pese a que esa era su posición, cuando su partido le propuso que fuera el candidato tuvo que aceptar porque ponía lo común por encima de lo particular.
    Cuando la voluntad de la gente fue capturada por un grupo de poder, entonces ya no se plegó. Hizo una campaña ejemplar con contenidos muy avanzados. Como diputado fue muy responsable y era un excelente orador.
    A su salida de la Orden, ya de regreso a México, lo      arropó Manuel Gómez Morín. Para la familia González Luna-Morfín que tenía cuatro hijos jesuitas que uno     saliera era muy pesado. Efraín tuvo la entereza de        mantener una decisión que en esos momentos era      muy crítica”.
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    Efraín, el cuarto de ocho hermanos, seis hombres y dos mujeres, tuvo tres hermanos jesuitas. Los tres se ordenaron y murieron estando en la Orden. Adalberto, profesor de teología, y Luis y Manuel, dedicados a tareas pastorales. Conocí a los tres. Tuve relación con Luis y Manuel.
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    La formación de los jesuitas marca. Algunos dicen que siempre se es jesuita, aunque ya no se esté en la Orden. Pienso que Efraín, vivió esa realidad.
    En 1945, a los 16 años, entró a la Compañía de Jesús en el noviciado de San Cayetano, en Santiago Tianguistengo, Estado de México. Ahí también lo hice.
    La experiencia más fuerte del noviciado, es única, son los Ejercicios de mes de san Ignacio de Loyola. Un mes de silencio que te enfrenta contigo mismo, en la búsqueda de conocer y experimentar a Jesús, y entender, de manera personal, lo que Dios te pide.
    Pienso que esa experiencia es la que genera ese algo tan especial que identifica a los jesuitas y a los que lo han sido. A los antiguos jesuitas como se les conoce en la Orden.
    Es una manera de ver la vida, de vivir la fe y de relacionarte con Dios. Esa experiencia, que marca, construye identidad y pertenencia a una tradición de ya 500 años. Efraín, de los testimonios que he recogido, nunca dejó de identificarse con ella y siempre le fue relevante.
    Luego estudió dos años de juniorado, etapa dedicada a la lectura y estudio de los clásicos griegos y latinos y también de los clásicos contemporáneos de la literatura universal y mexicana. Años dedicados también al estudio del arte, del cine, a la práctica de la escritura y al estudio del griego y el latín. Efraín fue un alumno notable.
    Esos estudios los hizo en Ysletta College, casa de estudio que la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús tuvo en Estados Unidos. Tengo dudas si los tres años de filosofía los hizo en Ysletta o ya en el filosofado de los jesuitas en Río Hondo 1, donde ahora está el ITAM. Ahí hice la filosofía.a  recibir la donación al ITESOar a n R a de derecho en la UNivesriudad ohra cpn todos”es reconoce en la ORde,
    Luego vino el magisterio. Dos años como profesor en el Colegio Pereyra de Torreón, Coahuila. Etapa de la formación de los jesuitas antes de iniciar los estudios de teología que él realiza en la Universidad de Innsbruck, Austria. Fue discípulo de gran teólogo alemán, el jesuita Karl Rahner.
    Después de salir de la Orden hizo algunos estudios en La Sorbona, de París.
    A su regreso de Europa, tiene 31 años, se gradúa de abogado en la Universidad Iberoamericana.
    Efraín se manejaba, con diferencias en su dominio, en diez idiomas. Los aprendía, dice Jorge Alonso, por “por el prurito de leer y entender a los autores en su lengua de origen. En las trayectorias del auto llevaba grabaciones para no perder el tiempo. Ese espacio también lo aprovechaba para sus aprendizajes de idiomas”.
    Escribía sus notas personales en griego y en alemán. En 1970, a los periodistas que cubrían la campaña presidencial eso siempre les despertó curiosidad.
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    “Mi padre, dice el menor de los hijos de Efraín, siempre trató de vivir al modo ignaciano, tenía una memoria prodigiosa, una lógica arrolladora, una manera de hablar elegante y concisa que lo llevó a tener una vocación por lo académico, pero fue el amar y recibir amor lo que lo hizo involucrarse en la política”.
    Él, también afirma, que su padre tuvo un profundo amor a Jesús y a los libros. Siempre entregado al estudio. Y que  como padre y abuelo era muy amoroso. Su pasión fue la política y la actividad docente.
    La familia de Efraín chico, donó a la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ del ITESO el acervo personal de éste. Son ocho mil libros. Entre ellos 22 obras del propio Efraín. Son textos de religión, política, historia, literatura, derecho, filosofía y economía. Temas que siempre interesaron a Efraín.
    Es una fuente clave para estudiar y entender a Efraín. Las bibliotecas personales son historias de vida que nos dicen mucho sobre quienes las formaron. El rector del ITESO, en ese momento el padre jesuita José Morales, al recibir la donación dijo: A través de estos libros se puede seguir “su caminar intelectual como militante, directivo y candidato presidencial del Partido Acción Nacional. Pero, sobre todo, como intelectual preocupado por los derechos humanos, la educación, la filosofía y el quehacer político”.
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    El historiador jesuita Jesús Gómez Fregoso, Chuchín, en 2012, a la muerte de Efarín escribió:
    “El incansable Efraín González Morfín, muy a su pesar,        descansa ya. Lo conocí desde enero de 1949. No fui    compañero estricto de él porque me ganaba en edad    por cuatro años.
    Siempre sus compañeros hablaban de él como de alguien de muy brillante inteligencia y, como todos sus hermanos, de muy buen humor igual que su hermano Adalberto, muerto hace pocos meses, y de quien tuve el privilegio de ser su alumno.
    Ambos, Efraín y Adalberto, muy orgullosos de su “tapateidad” ¿o tapatieidad? (…)
    Cuando preparaba mi tesis de licenciatura en Historia en la Ibero de México, allá por 1963, me encontré entre los papeles del archivo muerto de mi maestro Daniel Olmedo un trabajo escolar de Efraín: los textos     en que Clavijero, en su Historia Antigua de México, hablaba de su historia personal (…) Su trabajo lo añadí como un anexo a mi tesis (…).
    En vísperas de recibir la ordenación sacerdotal, Efraín, con su análisis de la vida y su cristianismo vital, pensó que su papel, en esta vida, no estaba como sacerdote jesuita, sino en el camino arriesgado que su papá había escogido: incursionar en la vida política de este pobre México, con decenios del dominio aplastante de un partido que manejaba la dictadura perfecta. Efraín continuó con la utopía en que su papá se había embarcado.
    Recuerdo que Doña Amparo Morfín, esposa de Efraín González Luna me contó que su marido, la víspera de comenzar su campaña presidencial en 1952, fue al templo de San Felipe Neri, que en aquel tiempo era de los jesuitas, aquí en Guadalajara, para pedir la bendición al padre Alfonso Castiello, su consejero espiritual, y el padre, conmovido y asustado, le dijo: “Don Efraín, lo que Usted va a hacer ¿no le parece un     sacrificio inútil?”. A lo que Don Efraín le contestó: “padre, no me diga que el sacrificio de Jesús en la cruz fue algo inútil”.
    Efraín chico, Don Efraín González Luna Morfín, heredó de sus padres un sentido vital y muy sincero de lo que es ser cristiano. De joven pensó que su vocación era servir a Dios y a la Iglesia en la Compañía de Jesús; después la vida lo llevó a modificar sus ideas juveniles y adaptarlas inteligentemente a la realidad de México.
    (…) Efraín, como su padre, era de una pieza, consciente de que como cristiano tenía como primordial papel la búsqueda de la justicia.
    No puedo dejar de comentar que su mamá, Doña Amparo, allá en 1918, capitaneó a las jóvenes tapatías para obligar al gobernador Manuel Macario Diéguez a derogar el famoso Decreto 1913, que limitaba el número de sacerdotes en Jalisco. Doña Amparo recordaba cómo las verduleras y menuderas del mercado empuñaban cuchillos amenazando a Manuel Macario. Cuando, allá por los años setenta, daba yo clases de Historia de México a los seminaristas jesuitas, terminaba yo el curso en casa de Doña Amparo que narraba con entusiasmo sus aventuras juveniles enfrentándose a Manuel Macario.
    Durante los últimos años, Efraín iba a su misa semanal los sábados a Villa María, casa de jesuitas ancianos, acompañando a su hermano Adalberto en su silla de ruedas. Debo confesar que yo me sentía un poco cohibido, al comentar el Evangelio, teniendo como oyentes atentos y amables a Efraín y Adalberto, quienes ahora ven ya cara a cara al que fue objeto de muy buena parte de sus laboriosos estudios: al Dios de la Historia y de la vida”.
    ——-
    Irma Pía González, sobrina de Efraín, y yo trabajamos con el presidente Vicente Fox (2000-2006). Ella antes fue coordinadora de comunicación del gobernador Alberto Cárdenas (1995-2001) y luego subsecretaria de Gobernación con el presidente Felipe Calderón (2006-2012).
    Cuando le pregunto de su tío me dice:
    “Todos los sobrinos tenemos recuerdos, imágenes e incluso marcaje del tío Efraín. El tío que encarnaba la intelectualidad, la política y la congruencia (…) Siempre nos sorprendía con su conversación, con su estar actualizado en todos los temas y su capacidad, para dialogar con todos.
    Es el tío congruente que nunca quiso hacer dinero y siempre se dedicó a estudiar, a leer, a ayudar y a orientar (…) Mi papá me contó que en varias ocasiones le ofreció su despacho y le dijo que trabajara allí, que le iba a ir muy bien. No quiso y     siempre le dijo que a él le gustaba el estudio, la investigación y no el ejercicio de la profesión como tal.
    Siempre prudente, pero cuando se necesitaba decir, actuar, ubicar, denunciar lo hacía sin temor a nada ni a nadie (…).
    Siempre lo ubiqué con mi tía Monique, que fue su compañera, ella era la que lo ubicaba, que lo ponía en su lugar y sin bronca alguna. Ella lo contradecía y hasta lo regañaba. Quien más lo iba a hacer.
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    Efraín fue hijo de Amparo Morfín González y Efraín González Luna, quien en 1952 fue el primer candidato a la presidencia de la República, por el PAN.
    ¿Cuál fue la relación con su padre y con su madre? Hay una intensa correspondencia con ellos. Ahí hay una gran fuente, para conocer más y mejor a Efraín.
    La primaria, la secundaria y la preparatoria la estudia en el Instituto de Ciencias dirigido por los jesuitas de 1934 a 1945. ¿Qué pensaba de ellos? ¿qué de su formación de esos años?
    En 1959, al regresar de Europa a México, ingresa al PAN.
    ¿Cuáles eran sus dudas e inquietudes después de 14 años en la Orden? ¿Cuáles sus proyectos? ¿Cómo enfrentó la tensión familiar ante su salida?
    En 1960 se casa con Monique Marseille Orendáin. Tuvieron cinco hijos: Pablo, Juan, Verónica, Santiago y María que murió de recién nacida.
    ¿Cómo vivió el matrimonio y a sus hijos? ¿Cómo la pérdida de su última hija?
    En la Ibero fue maestro y director del Departamento de Derecho. En 1975 deja la Ibero.
    ¿La academia era el lugar donde se sentía bien? ¿Qué quería transmitir a sus alumnos?
    En la Legislatura 1967-1970 es diputado federal. Sus intervenciones siempre provocaban interés y eran escuchadas.
    ¿Qué pensaba? ¿Cómo preparaba sus intervenciones?
    En 1970 como candidato a la presidencia obtiene 1,945,000 votos, el 13.82 % de la votación. En ese momento la más alta registrada por el PAN.
    ¿Cómo vivió esa experiencia? ¿Qué pensó del resultado?
    En 1975 presidente del PAN Nacional y en ese mismo año deja el cargo. En 1979 renuncia al partido.
    ¿Por qué no quiso seguir? ¿Que lo decepcionó?
    Ya en Guadalajara, da clases en el ITESO y en la Universidad de Guadalajara.
    Su único cargo en el gobierno fue ser secretario de Educación en Jalisco, invitado por el Gobernador Alberto Cárdenas Jiménez (1995-2001). Estuvo cuatro años. En ese entonces tenía 65 años.
    ¿Qué pensó del ejercicio de gobernar? ¿Era lo que se imaginaba?
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    En los años setenta, Efraín elabora la concepción del Solidarismo y con otros compañeros da forma al movimiento que se propone empujar esa propuesta político-social. Es la elaboración más acabada, compleja y a la vez simple, del pensamiento político-social de Efraín chico.
    Jorge Alonso me ha proporcionado las entrevistas que años atrás hizo a Carlos Petersen, “el papá de los Petersen”, amigo desde la infancia de Efraín. Estudiaron juntos en el Instituto de Ciencias, en Guadalajara. Él participa activamente en el movimiento solidarista.
    Es un material clave, que explica cómo construyeron esa alternativa política, a qué se enfrentaron y cuál fue el destino del movimiento. Y también me dio unas cuartillas donde Jorge hace su análisis sobre el Solidarismo. Ahora estudio esos materiales.
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    A Efraín, el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) le ofreció, a través de Esteban Moctezuma, ser ministro de la Suprema Corte de Justicia y no aceptó. ¿Por qué? ¿Por una posición política, por congruencia, por humildad?
    El papa Juan Pablo II le propuso, a través del nuncio, que se convirtiera en un heraldo de la doctrina social en América Latina y no aceptó. ¿Por qué?
    Efraín sólo tuvo un cargo en el gobierno. ¿Por qué? ¿No le interesaban los puestos públicos? ¿Le interesaba más el análisis de la política que la acción política?
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    Me pregunto y les pregunto:
    ¿Cómo se forman un ser humano como Efraín?
    ¿Qué le dice hoy su vida y su obra al que fuera su partido?
    ¿Qué les dice su vida y su obra a los militantes y simpatizantes del PAN?
    ¿Qué les dice su vida y su obra a la política y a los políticos?
    ¿Qué les dice su vida y su obra a los académicos dedicados al estudio de la política?
    ¿Qué nos dice su vida y su obra a las y los que estamos hoy aquí?
    2018
    La epopeya de Gilgamesh
    Edición de Jean Bottéro
    Editorial Akal Oriente
    Madrid, 1998
    Pp. 339
     
    Historia
    Los estudiosos sostienen que el poema se origina en una serie de leyendas sobre el legendario héroe-rey Gilgamesh, que vivió y reinó en Uruk hacia el 2650 a. C. A su muerte es divinizado y entra al espacio de la leyenda. Entre 2330 y 2000 a.C. las cinco leyendas orales que existían se ponen por escrito en sumerio. Es durante el imperio de Sargón, el grande, y la III dinastía de Ur.
    Entre 1750 y 1600 a.C. a partir de las leyendas escritas se redacta la versión de la Epopeya que se conoce como la versión antigua. Es cuando el rey Hammurabi, de Babilonia, reúne a los pequeños reinos en un solo. Entre 1600 y 1000 a.C. se difunden diversas versiones de la Epopeya. Babilonia queda sujeta a la dominación casita. Una vez liberado de ese yugo pasa a control de Asiria, al norte, pero conserva su condición de capital intelectual.
    La versión ninivita, en lengua acadia, fue hecha hacia el 1000 a.C. por Sin-Liqe-Unninni. Se encontró en la biblioteca del rey Asurbanipal de Nínive, que hizo transcribir los libros conocidos entonces en su idea de que todos ellos formaran parte de su colección.
    Entre el 600 y 130 a.C. Babilonia aniquila el reino asirio y retoma el control político de la región. En 530 a.C. sucumbe ante el Imperio persa y luego en 330 a.C., ante el de Alejando, el grande, y sus sucesores. La civilización mesopotámica se extingue y con el tiempo cae en el olvido junto con su lengua, su escritura y sus obras.
    Hacia el año 612 a.C., Nínive fue destruida por invasores y sólo fue ubicada nuevamente hacia 1845 por el explorador británico Austen Henry Layard, cerca de Mosul, en Iraq. En esa ocasión localizó los restos de la biblioteca del rey Asurbanipal. En la actualidad una pequeña fracción de la misma, integrada por 25,000 tablillas, está en el Museo Británico. En 1872, el académico George Smith, que descifró la escritura cuneiforme, comenzó a traducir la tablilla XI. En 1984 se tradujo el poema en inglés con la participación del escritor John Gardner. Y de 1992 es la traducción al francés de Jean Bottéro.
    La que se conoce como la versión ninivita consta de doce tabletas de arcilla en escritura cuneiforme. En las once primeras se narra la historia de Gilgamesh y la doce contiene el poema independiente que relata la bajada de Enkidu a los infiernos. Esta versión es la que se va a difundir por todas partes. Del 250 a.C. es el fragmento más reciente que se conoce de la Epopeya.

    Gilgamesh, palacio de Sargon II, Museo del Louvre.
     
    Texto
    En la Epopeya, las primeras seis tablillas describen los esfuerzos de Gilgamesh por conquistar la gloria y las otras seis son su búsqueda de la inmortalidad.
    Primera. Se presenta a Gilgamesh de Uruk (hoy Warka, Irak). Él en dos terceras partes es divino y en una tercera humana. Es el rey-dios más fuerte que nunca haya existido en el mundo. Los habitantes de Uruk se quejan de la dureza del rey. Tiene derecho de pernada sobre las mujeres. Ninhursag, la diosa de la creación, crea a Enkidu un hombre-animal salvaje, que moleta a los pastores. Uno de ellos se queja ante el rey y éste envía a Shamhat, una prostituta sagrada, para que lo calme. Ella civiliza a Enkidu que deja de ser un animal salvaje. Gilgamesh tiene sueños que interpreta su madre Ninsun. Ella le dice que le anuncian la llegada de un amigo con el que va a compartir aventuras.
    Segunda. Enkidu y Shamhat salen del campo para casarse en Uruk. Gilgamesh se presenta al festejo, para tener relaciones con Shamhat. Enkidu no se lo permite y se enfrentan en una lucha. Se reconcilian y Gilgamesh lleva a Enkidu con su madre. Él no tiene familia y lo acogen como parte de la suya. Gilgamesh le propone viajar al bosque para adquirir gloria matando al monstruo Humbaba. Enkidu no quiere, pero el rey, ahora su amigo, lo convence.
    Tercera. Gilgamesh y Enkidu se preparan para su aventura en el bosque. Informa de su viaje a su madre. Ella le dice que no lo haga. Ante la insistencia de su hijo esta pide ayuda al dios-sol Shamash y aconseja a Enkidu.
    Cuarta. Los amigos viajan al bosque. Gilgamesh en el camino tiene cinco sueños. Enkidu, los interpreta como un buen presagio. Al llegar a su destino Enkidu tiene miedo, pero Gilgamesh lo anima.
    Quinta. Los amigos llegan ante Humbaba, que es el monstruo que vigila el bosque. Él los agrede. Ahora Gilgamesh es quien tiene miedo y Enkidu lo anima a combatir y matarlo.  Humbaba pide a Gilgamesh que no lo maten. Enkidu se molesta y le exige que lo aniquile. Lo degüellan. Los amigos y ahora héroes cortan un árbol muy alto con el que Enkidu hace una gran puerta para el templo de los dioses.
    Sexta. Gilgamesh rechaza a la diosa Ishtar porque ha tenido otros amantes. Ella le pide a Anu, su padre, que mande el Toro del Cielo para vengar el rechazo. Este se rehúsa, pero Ishtar lo amenaza con levantar a los muertos y cede. El Toro del Cielo es una plaga para las tierras y vine la sequía. Los amigos matan a la bestia y ofrecen su corazón a Shamash. Ishtar llorar y Enkidu le arroja a la cara una pata del toro, para que se calle. La ciudad de Uruk celebra, pero Enkidu tiene un mal sueño.
    Séptima. Enkidu en el sueño ve que los dioses piensan que debe ser castigado por la muerte del Toro del Cielo y de Humbaba. Cuenta su sueño a Gilgamesh y maldice la puerta que hizo para el templo de los dioses. Gilgamesh está consternado y pide a Shamash por su amigo. Enkidu se lamenta del día que se convirtió en humano. Shamash desde el cielo le hace ver que es injusto. Él se retracta de lo dicho y bendice a Shamhat. A pesar de todo su enfermedad sigue y muere.
    Octava. Gilgamesh se lamenta por Enkidu y ofrece regalos a los dioses para que en el más allá caminen al lado de su amigo.
    Novena. Gilgamesh quiere evitar el destino de Enkidu y emprende un peligroso viaje para visitar a Utnapishtim y a su esposa. Son los únicos seres humanos que sobrevivieron al diluvio y a quienes los dioses les concedieron la inmortalidad. Él espera obtenerla y en su camino pasa por las dos montañas donde el Sol se levanta. Están custodiadas por dos seres-escorpión que le permiten el paso. Camina por donde el Sol viaja cada noche y justo antes de que éste se lo encuentre, llega a su destino. La tierra al final del túnel es un paraíso lleno de cosas bellas.
    Décima. Gilgamesh cuenta a Siduri, diosa de la cerveza, el propósito de su viaje. Quiere disuadirlo, pero fracasa. Lo envía a Urshanabi para que le ayude a cruzar el mar y encontrarse con Utnapishtim. Éste se compaña de gigantes de piedra que Gilgamesh considera hostiles y mata. Urshanabi le dice que ha matado a las únicas criaturas capaces de cruzar las Aguas de la Muerte, que no deben ser tocadas. Le pide corte 120 árboles para atravesar el agua. Finalmente Gilgamesh llega a la isla de Utnapishtim y le pide ayuda. Éste lo regaña por querer combatir el destino de los humanos y arruinar la alegría de la vida.
    Décima primera. Gilgamesh dice que Utnapishtim no es distinto a él y le pregunta por qué su destino es diferente. Él le cuenta del diluvio. A Gilgamesh le ofrece una oportunidad para la inmortalidad. Lo reta a permanecer despierto por seis días y siete noches. Gilgamesh se queda dormido. Utnapishtim pide a su esposa que cada día que duerma ponga al horno una barra de pan, para que Gilgamesh no pueda negar su falla. Gilgamesh, después de seis días y siete noches, descubre su fracaso. Cuando éste regresa a Uruk, la esposa de Utnapishtim le pide tenga compasión de él. Éste, entonces, revela a Gilgamesh la existencia de cierta planta del fondo del océano que lo mantendrá joven, pero no lo hará inmortal. Gilgamesh se hace de la planta y cuando se baña la pone a la orilla del lago y una serpiente se la roba. Gilgamesh llora en presencia de Urshanabi, por haber fracasado en las dos oportunidades. Regresa a Uruk y ante la contemplación de sus murallas alaba el trabajo de sus constructores.
    Décima segunda. Gilgamesh pide a los dioses que le devuelvan a su amigo. Enlil y Sin no se molestan en responderle, pero Enki y Shamash deciden ayudarle. Shamash hace un hoyo en la tierra y Enkidu sale por ahí. La tablilla termina con Gilgamesh preguntándole a Enkidu sobre lo que ha visto en el inframundo. No queda claro si Enkidu reaparece en la historia como espíritu o si vuelve a la vida.
     
    Comentario 
    La Epopeya de Gilgamesh es la narración más antigua que se conoce y es también la primera obra de la literatura. Es muy anterior a la Ilíada (Grecia) y al Mahábhárata (India). En la antigüedad la Epopeya era un texto muy conocido y su impacto se puede ver en muchas narraciones literarias posteriores como en los poemas homéricos y en los textos religiosos hebreos.
    Las tablillas que se han descubierto, para reconstruir el texto, están incompletas. Hay unas en mejor estado que otras. Las diversas traducciones señalan cuando hace falta alguna de las partes. En 2015 se publica el texto de un nuevo fragmento de la tablilla cinco. Siempre existe la posibilidad de nuevos hallazgos que se habrán de incorporar al cuerpo del actual texto.
    De acuerdo al documento la Lista de reyes sumerios, Gilgamesh fue el cuarto o quinto rey de Uruk hacia el 2650 a.C. Él es el protagonista de la Epopeya. Como todas las epopeyas contiene elementos históricos y míticos. En el texto se dice que fue hijo de del rey Lugalbanda y Ninsun, una diosa. Era dos terceras partes dios y una tercera parte humano. Tenía una fuerza sobrehumana que utilizó para construir las murallas de la ciudad de Uruk. A Gilgamesh le sucedió en el trono su hijo Ur-Nungal, que gobernó durante 30 años.
    El tono de la narrativa de las aventuras de Gilgamesh es el de un ser sobrenatural dotado de fuerzas especiales. A pesar de esto no deja de ser un humano que experimenta el desamor, los placeres de la vida cotidiana y las limitaciones que confirman las características universales de la condición humana.
    Gilgamesh busca la fama y la inmortalidad, pero lo que encuentra es el amor de los amigos. Enkidu, por amistad lo va a acompañar en todas sus aventuras. El rey de Uruk también se hace consciente de sus límites. Es un mortal y algún día dejará de existir. Asume también la importancia que tiene la vida en comunidad.
    La narración plantea problemas y dudas existenciales que son comunes a todos los seres humanos y describe sentimientos comunes a toda persona como el amor, el dolor, el miedo, la duda, el agradecimiento, la vida y la muerte.
    La historia que se cuenta en la Epopeya de Gilgamesh tiene su origen en Mesopotamia, la cuna de la civilización, que hoy comprende los territorios de Irak, Kuwait y partes de Siria, Irán y Turquía. La cultura sumeria, asiria y babilónica desaparecieron de la historia y con ellas también la Epopeya.
    Eso y el que la obra haya utilizado la escritura cuneiforme, que también desapareció, explica el por qué un texto de tal importancia permaneció desconocido a través de los siglos. Nínive fue destruida en 612 a.C. y descubierta hasta 1845. La escritura cuneiforme se descifró en 1872, que es cuando se empieza a traducir la versión ninivita de la Epopeya de Gilgamesh.
    En los últimos 100 años se han encontrado fragmentos de tablillas escritos en acadio que pertenecen a la versión antigua de la Epopeya. Ahora éstos se encuentran en los museos de la Universidad de Yale, de la Universidad de Filadelfia y del Centro de Estudios Orientales de Chicago, en Estados Unidos. Hay también en el Museo Iraquí, en Bagdad, Irak, en el Museo de Berlín, en Berlín, Alemania, y en el Museo Británico, en Londres, Inglaterra.
     
    Versión original: Edición de Jean Bottéro, Ediciones Gallimard, París, 1992, traducción del francés al español de Pedro López Baraja de Quiroga.
    2018
    Larga distancia 
    Martín Caparrós     
    Malpaso Ediciones
    Barcelona, 2017
    Pp. 235
    En 1992 Larga distancia se publicó por primera vez y en 2017 se hace esta edición. En la cuarta de forros se dice que la obra “con el tiempo se ha convertido en un libro mítico que inauguró la actual edad de oro de la crónica hispanoamericana y en un magistral volumen de cuentos que se han emancipado de la realidad que les inspiró. A los 25 años exactos de su primera edición en Argentina y de haber ganado el Premio Internacional de Periodismo Rey de España, este libro ya clásico circula por primera vez en todos los países de la lengua española …”.
    Y que este libro “es una vuelta al mundo: de la Bolivia cocalera al Hong Kong futurista pasando por Lima, Brasil, Haití, Madrid o Moscú. Lugares fascinantes y paradójicos a través de la mirada de Martín Caparros, un maestro de la atmósfera el diálogo y la contradicción. Larga distancia es también una lección de literatura: una ráfaga de relatos extensos que mezclan sin complejos el viaje, la entrevista, las historias, el perfil biográfico, el ensayo y la poesía. En sus páginas conviven el análisis geopolítico y los endecasílabos con los homenajes a Cervantes, Malcom Lowry o Borges”.
    El Prólogo es de Tomás Eloy Martínez que en el texto ve tres virtudes: “la belleza de una escritura que desconfía de la belleza, la ternura con que el autor se relaciona con sus personajes, la ironía con que se distancia de ellos para no falsear el relato. Aunque, como se advierte en la primera página, los textos de Larga distancia fueron en una versión artículos periodísticos, la inmediatez -que es una de las condiciones madres del periodismo- se han esfumado del libro. En cada línea hay, ahora, el tatuaje de lo permanente”.
    Los 18 relatos que contiene la obra están escritos a finales de los ochenta y principios de los noventa. La mayor parte son crónicas de viajes, pero hay también relatos ficticios sobre personajes históricos. Caparros (1957) ofrece su visión de lo que observa y de cómo lo observa. Lo hace, no puede ser de otra manera, desde su subjetividad que incluye, entre otras cosas, sus valores y la concepción del mundo. Y también sus simpatías y antipatías de los personajes con los que se encuentra. El estilo de la escritura es ágil, claro y directo. Es periodismo que también es literatura.
    2018
    Carta de una desconocida      
    Stefan Zweig
    Editorial Acantilado
    Barcelona, 2002
    pp. 72
     
    La acción se sitúa en los años veinte del siglo pasado. Los hechos ocurren en Viena. El escritor R. regresa de un viaje y revisa la correspondencia. Ese día cumple 41 años. Entre los sobres le llama la atención uno más voluminoso que los otros, lo abre y empieza a leer la carta que inicia: “A ti, que nunca me has conocido”.
    Es el relato de la vida de una mujer que le dice siempre lo amó. Ella es desconocida para él. Le platica que eran vecinos porque el departamento de sus padres, donde ella vivía, estaba en el mismo edificio. Le asegura que desde los 13 años lo amó y nunca dejó de hacerlo y que si está leyendo esta carta es que ya murió.
    Le cuenta que para ella fue un suplicio cuando su familia se fue a vivir a otra ciudad. Años después, cuando regresó, pasaba por el lugar donde él vivía. Ya cumplidos los 18 años se encontró con él en la calle y fueron a su departamento. Él no la reconoció. Producto de ese encuentro es un hijo de ambos, que acaba de morir. Años después se volvieron a encontrar. Él no la reconoció. La confundió con una prostituta.
    Le cuenta que se hizo cargo de su hijo sin que nada le hiciera falta y que siempre lo mandó a las mejores escuelas. Para eso tuvo que relacionarse con hombres ricos y poderosos, que le ofrecían matrimonio y que le daban dinero para estar con ellos. Le dice que nunca le quiso decir de su hijo porque estaba segura no lo iba a reconocer como suyo. Ese hijo fue una manera de hacerlo presente y tenerlo cerca. Le revela que las rosas blancas que le llegaban todos los cumpleaños las enviaba ella.
    Zweig en Carta de una desconocida (1922), como después en 24 horas en la vida de una mujer (1929), recurre a la confesión de las mujeres, protagonistas de estas novelas, como la única manera de ser escuchadas, comprendidas y por lo mismo no ser juzgadas. En este caso eso ocurre a través de una larga carta, que permita al personaje desahogarse de lo vivido y nunca antes contado. Es un monólogo que no pide respuesta.
    En esta mujer su reclamo más profundo es que él nunca la reconoció. Quería que él supiera quién era y ahora la carta lo deja en claro. Su texto es un testamento. Zweig, con ese escrito, reivindica a las mujeres minimizadas hasta el desconocimiento por parte de los hombres. Es el relato de una desconocida que quiere ser conocida.
    Está presente la abnegación como característica fundamental del amor femenino. Como plantea Gabriel Schutz “la abnegación de la mujer que escribe es ciega, y el hecho de que ame sin ser correspondida no obedece a la pureza de quien se entrega sin esperar nada, sino a un empecinamiento sordo, a una fantasía urdida a solas para su sola complacencia”.
    “Es, continúa, la abnegación en nombre del sacrificio que nadie ha pedido ni atestiguado, una abnegación que se quiere desinteresada, pero desespera por ser reconocida y, lejos de ser gratuita, desliza entre expresiones sentimentales una ristra de acusaciones a medias, un ambiguo endeudamiento”.
    ¿Ella con su actitud y reclamo expresa el no reconocimiento del padre o es la víctima que se siente moralmente legitimada para acusar a quien no la reconoce? Zweig en la novela describe el amor sin sentido, pero al tiempo apasionado, de la mujer de la carta. Es un amor que la ha hecho infeliz, pero al mismo tiempo, de manera contradictoria, ha dado sentido a su vida.
    Es un texto hermoso y desgarrador, que registra, con la escritura siempre perfecta de Zweig, todos los sentimientos humanos: la pasión, la desesperanza, el abandono, la soledad, el dolor, el amor, la indiferencia, la entrega y muchos más. Es una novela psicológica que se propone penetrar en la manera de pensar y sentir de la mujer. En 1948, la obra fue llevada al cine.
     
    Versión original. Brief einer Unbekannten, publicada en 1922. Traducción del alemán al español de Berta Conill.
    2018
    24 horas en la vida de una mujer   
    Stefan Zweig
    Editorial Acantilado
    Barcelona, 2001
    pp. 104
     
    En los años veinte del siglo pasado un grupo que vacaciona en la rivera francesa se reúne a platicar. Se hospedan en la misma posada. Hay un matrimonio alemán interesado en la fotografía, un danés amante de la pesca, un matrimonio italiano, Mrs. C -una dama inglesa apasionada de los libros- y el narrador de la novela.
    A lo largo del día cada quien hace lo que quiere, para luego encontrarse en las comidas. En las sobremesas platican de todos los temas. Un día llega al lugar un joven francés muy atractivo que, sin quererlo, se convierte en el centro de las miradas. Él, que resulta encantador, se relaciona con todos con mucha facilidad.
    A Madame Henriette, que se hospeda en un hotel cerca de la posada, se le ha visto platicar con él. Ella es una mujer madura esposa de un importante comerciante y madre de dos niños. Un día no llega al hotel a la hora acostumbrada. El marido se preocupa y da aviso a la administración. Se organiza su búsqueda. Él, en el cuarto, encuentra una carta donde ésta le avisa que se ha ido con el joven francés.
    La fuga se convierte en el tema central de la conversación de los huéspedes de la posada. Todos la toman en contra de ella porque su comportamiento atenta las buenas costumbres. El narrador no la juzga ni condena y dice que ella tuvo el valor de hacer lo que pensaba era lo correcto. Mrs. C defiende también a Madame Henriette y justifica que haya podido ser presa de sus impulsos y emociones.
    Mrs. C le dice al narrador que quiere platicar porque piensa que él puede entender lo que ella vivió. Ahora tiene 60 años y reconstruye, con los mínimos detalles, las 24 horas en las que estuvo dispuesta a todo por el amor de un joven al que salva cuando evita que se suicide.
    De pronto, deslumbrada por la pasión, vive deseos y sentimientos a los que nunca antes había dado lugar. Empujada por una fuerza desconocida, deja que éstos se manifiesten y la envuelvan.
    Quería que el joven la amara y deseara como mujer y no solo la viera como su salvadora. Se da cuenta que ella, para él, no es nadie. Es la primera vez que comparte la historia que siempre ha mantenido en absoluto secreto.
    El tono del relato es el de una confesión, para el caso de Mrs. C, que ha vivido angustiada por un hecho del pasado del que nunca había hablado. Su interlocutor es un desconocido con el que siente confianza. La confesión la libera de la opresión y al tiempo ella se perdona.
    En ella está presente la idea, lo vivió en algún momento, de que una mujer puede apasionarse por otro, a tal punto, que es capaz de sacrificar todo. La confesión al otro, con absoluta franqueza, es la manera que encuentra de decírselo todo así misma.
    En esas horas su corazón contradice a su razón. La razón le dice que se aleje, pero su corazón la lleva a actuar de manera que ella nunca antes imaginó. En la confesión busca ser realmente escuchada, que es lo mismo que ser comprendida y no juzgada.
    La novela puede calificarse de psicológica y su autor revela un gran conocimiento de la psicología, para el caso de la mujer, como lo comentan diversos especialistas de su obra. En el retrato que hace de Mrs. C trata con profundidad su mundo interior y sus sentimientos. De manera particular el momento, en medio de contradicciones y sufrimientos, pero también de emociones y gozo, en el que ella pudo dejar todo, para seguir el impulso de su pasión.
    La escritura de Zweig tiene un ritmo que la hace única. Es directa y está muy cuidada. Cada frase implica un gran trabajo. La narración es bella y perfecta. El lector no puede dejar la lectura y avanzar en la historia. El texto ha sido llevado al cine en 1931, 1944, 1952, 1968 y 2002.
    Versión original. Vierundzwanzig Stunden aus dem Leben einer Frau, publicada en 1929. Traducción del alemán al español de María Daniela Landa.
    2018
    Moral y política 
    Albert Camus    
    Editorial de la Universidad Juárez del Estado de Durango
    México, 2009
    pp. 209
    El libro reúne una selección de editoriales publicados en Combat de 1944 a 1946, artículos de actualidad, testimonios, entrevistas y debates que aparecieron entre 1946 y 1948 en Combat, Caliban, La Gauche y Reine du Caire, escritos por el francés Albert Camus (1913-1960), Premio Nobel de Literatura 1957.
    En la II Guerra Mundial Combat, que Camus empezó a dirigir en 1943, fue el periódico de la resistencia francesa en la lucha contra la ocupación alemana. La selección de los textos es del propio autor. En el Prólogo dice de los editoriales que “he procurado, era mi deber, que mi elección no disimule posiciones que ya me son ajenas” y añade que “la verdad es que hoy, siento tristeza y malestar al releer uno o dos de ellos, y tuve que hacer un esfuerzo para reproducirlos”.
    “Este libro, dice, permanecerá fiel a una experiencia, que fue la de muchos franceses y europeos, no negando nada de lo que se pensó y vivió en esa época, confesando la duda y la certeza y manifestando el error que, en política, acompaña a la convicción como una sombra. Mientras haya un ser que acepte la verdad por lo que es y como es, habrá lugar para la esperanza”.
    El sentido del libro, dice Camus, es dejar en claro que “la verdad desesperanzada no nace ante una obstinada adversidad, ni en el agotamiento de la lucha desigual. Proviene de que no sabemos ya nuestras razones para luchar o, precisamente, si debemos luchar. Las páginas siguientes afirman simplemente que, aunque la lucha es difícil, las razones para luchar, al menos, siguen siendo claras”.
    Camus, para organizar la recopilación de editoriales y artículos, elige títulos que dan idea de los temas que se tratan: La liberación de París; Periodismo crítico; Moral y política; La carne; Pesimismo y tiranía; Dos años después; Ni víctimas ni verdugos; Dos respuestas a D´Astier de la Vigerie; El no creyente y los cristianos; Tres entrevistas; ¿Por qué España?; El testigo de la libertad.
    Los textos son pequeños ensayos filosóficos sobre la ética y la política. Camus reflexiona y trata de entender lo que acontece con el ser humano y la realidad francesa, europea y mundial.
    En ellos está siempre presente la tensión entre la libertad y la esclavitud, entre la esperanza y la desesperanza, entre el pesimismo y el optimismo.
    Las naciones y quienes las habitan deben luchar por la libertad, por la verdad, por la justicia, por la paz. El ser humano está obligado a dar esas batallas y solo se realiza plenamente en la medida que esos valores se hagan realidad.
    En su reflexión está también presente el mal que supone la guerra, la violencia, el dogmatismo, los totalitarismos, el negarse a pensar y solo seguir la consigna. El dejar de ser persona, para convertirse solo en objeto.
    Los textos de Camus tienen un contenido filosófico y están escritos como literatura. En cada uno de los artículos hay más de una frase que condensa, con mucha fuerza y de manera muy bella, ideas poderosas e iluminadoras.
     
    Versión original: Actuelles. Écrits politiques, la edición original en francés es de 1950. En algunas ediciones en español el libro aparece también con el título de Ética y política.
    2018
    Adiós al 68
    Joel Ortega Juárez
    Editorial Grijalbo
    México, 2018
    pp. 223
     
    En 1968, Joel Ortega (1946) era estudiante en la UNAM y miembro de las juventudes del Partido Comunista Mexicano (PCM) y como tal participa en el Movimiento Estudiantil. Después de 50 años reflexiona, de manera crítica y autocrítica, sobre aquellos días y ofrece su análisis de lo que el movimiento aportó a la realidad política, social y cultural del país.
    El tono de la narración es el de un testimonio de vida de alguien que fue testigo de los acontecimientos, pero visto también con el ojo crítico de una especialista en el tema. Ortega ofrece datos de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco que desmienten versiones, que, sin ser reales, se han convertido en “verdaderas”.
    Así, afirma que son 58 los estudiantes que puede comprobarse fueron asesinados por el Ejército la tarde del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. Los heridos fueron 200 y en torno a los 3,000 los detenidos llevados al Campo Militar 1, Santa Martha y Lecumberri. De los 10 mil asistentes al evento, 7 mil lograron salir de la plaza sin ser detenidos o heridos.
    A lo largo de los meses que duró el Movimiento Estudiantil, del 26 de julio de 1968 a los primeros días de enero de 1969, el número de los estudiantes asesinados asciende a 85. Los 58 de la plaza, más otros 27. Los números son parte de la investigación que realizó la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), con la que colaboró Ortega.
    Da también información precisa de lo que ocurrió con la represión de la marcha de estudiantes del 10 de junio de 1971, la del jueves de Corpus, donde está comprobado que, fueron asesinados 44 estudiantes, pero sin descartar que pudieron ser más.
    Ortega en su análisis afirma que el Movimiento Estudiantil sirvió para “construir un pensamiento distinto al hegemónico de la Revolución mexicana gracias a la lucha de masas que se dio durante ese año y que tuvo como protagonista a los estudiantes”.
    Y también que otra “de sus grandes aportaciones fue el rescate de la lucha contra el poder, contra el poder familiar, contra el poder escolar, contar el poder estatal, contra el poder militar, contar todos los poderes que lesionaron y oprimieron al conjunto social”.
    Él está convencido, ofrece información para abonar su afirmación, de que la represión de 1968 estuvo claramente orquestada por el gobierno y contó con el apoyo del Ejército. No es cierto, dice, que había un sector progresista del gobierno que se oponía a los que estaba pasando.
    Para Ortega de los 300 mil estudiantes que participaron en el movimiento a nivel nacional, 297 mil vivieron después como cualquier otra persona de su generación. Pero de los otros 3 mil hubo muchos que hicieron del 68 un modus vivendi. Ellos mutaron de fondo y “esa mutación del alma, se mantuvo bajo la máscara de la congruencia marxista-leninista”. Desde entonces se aprovechan del movimiento.
    “A cinco décadas, el movimiento del 68 es historia (…) La generación de esa época insólita está culminando su ciclo en el planeta (…) Es la hora de echar abajo todos los dogmas y las camisas de fuerza de las iglesias basadas en ideologías convertida en religiones de un mundo derrotado por sus propias contradicciones (…) Llegó la hora de decir adiós al 68”, concluye Ortega.
    El autor hace una semblanza muy personal de algunos de los líderes del 68 que incluye a Raúl Álvarez Garín, Luis González de Alba, Marcelino Perelló, Liberato, Miguel Eduardo Valle Roberto Escudero y Raúl Jardón Guardiola. Al hablar de sus vidas también lo hace de la suya.
    Ortega se considera “Superviviente, sí, maldita sea, nunca me cansaré de celebrarlo”. Lo es del 2 de octubre de 1968 y también del 10 de junio de 1971, pero también de otras muchas batallas que algún día contará. Él siempre ha estado activo en la búsqueda de un México mejor y más justo.
    El libro ofrece tres apéndices, uno con fotografías y documentos del archivo personal del autor, otro con una síntesis del trabajo de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) y uno más con una larga lista de bibliografía sobre el Movimiento Estudiantil de 1968.
    Jorge G Castañeda, amigo muy cercano al autor, hace el Prólogo donde dice del libro que “si alguien busca recorrer rápidamente este último medio siglo de la historia del país a través de la vida de un actor y observador excepcionalmente perspicaz y sofisticado, cuenta hoy con el mapa de navegación para hacerlo. Es un recorrido que bien vale la pena”.
    2018
    Padres e hijos
    Iván Turgénev
    Editorial Lectorum
    México, 2014
    pp. 230
     
    En 1860, Iván Serguéievich Turgénev (1818-1886) empieza a escribir la novela que termina un año después. En 1861, el zar Alejandro II decreta la abolición de la esclavitud. La obra, por entregas, se publica en 1862 en El Mensajero Ruso (Russki Viéstnik), periódico de derecha. La crítica considera que Padres e hijos es la mejor novela del autor y una de las más representativas del realismo ruso.
    Turguénev describe con precisión a los personajes de la Rusia de la segunda mitad del siglo XIX; los integrantes de la pequeña nobleza, los funcionarios públicos en retiro y los campesinos recién liberados de la servidumbre. Ofrece también una minuciosa descripción de su vida cotidiana y del entorno que la rodea.
    La novela es una panorámica de una sociedad en un proceso de cambio, tenso y difícil, entre un mundo que acaba y otro que está por nacer. Está presente el debate entre los partidarios de la transformación y los defensores de la tradición.
    Bazárov y Kirsánov, personajes centrales de la novela, son dos arquetipos de lo que ocurre en la Rusia del siglo XIX. Estos jóvenes, que acaban de terminar la universidad, con sus ideas y manera de ser muestran la distancia que existe entre el pensamiento conservador y el moderno.
    El reencuentro con sus padres pone en evidencia el conflicto generacional de una Rusia que debe de ver hacia el futuro. Turguénev expone los valores, ideas, opiniones y visiones de la política que tienen padres e hijos. Viven en mudo distintos.
    En la novela, se traza el conflicto entre la generación del pasado, que tiene buenas intenciones, y la juventud nihilista que anuncia la Revolución. Turguénev anticipa la evolución política de su país y la rebeldía de los jóvenes ante el estado zarista.
    El personaje de Bazárov representa a muchos jóvenes que ya están presentes en el mundo de las universidades rusas. Su ideología todavía no está del todo definida, saben lo que no quieren, pero todavía no hay precisión de lo que proponen.
    Son los precursores de los revolucionarios que en 1881 matan al zar Alejandro II. La izquierda y la derecha reaccionan molestos contra la obra. Turguénev les responde que en Rusia se representa a la juventud solo como una masa belicosa o como fiel a los preceptos que han heredado.
    Él, ante este tratamiento, opta por el punto medio. Los jóvenes quieren el cambio, pero no pueden rechazar del todo su pasado. Viven en la contradicción entre lo viejo y lo nuevo.
    Turguénev, contemporáneo de Tolstói y Dostoyevski, se separa del romanticismo de la época y muestra la realidad tal cuál es. En esa visión hay una evidente crítica social, aunque disimulada. Sus escritos eran siempre perseguidos por las autoridades.
    De este texto se sabe que Turguénev hizo muchas revisiones, para evitar fuera censurada y también para que no se viera como una apología al nihilismo. En su tiempo la obra causó polémica y a su autor trajo la enemistad de izquierdas y derechas. Ni unos ni otros quedaron satisfechos con la historia que plantea.
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    La novela está ambientada en los tiempos de la abolición de la servidumbre en Rusia. El país vive un momento donde una era está a punto de terminar y otra de nacer. En ese horizonte dos estudiantes, Evguéni Bazárov y Arkadi Kirsánov, regresan a sus casas, en la provincia, después de graduarse en la universidad. Han pasado tres años de que dejaron su hogar.
    En el viaje de regreso Evguéni se queda unos días en la hacienda de la familia Arkadi, en Máryino. Ahí viven su padre, Nikolái y su tío Pável, un militar retirado de modales refinados. Al llegar se entera que su padre tiene una relación de pareja con Fiéniechka, una mujer del servicio que le ha dado un hijo.
    Bazárov, que se define como un nihilista, es crítico de la vida que se vive en la hacienda y del trato que se da a los siervos recién liberados. Para él, la familia Kirsánov siguen siendo parte de la Rusia vieja y conservadora, que no terminan por cambiar y aceptar la nueva realidad. Él, con sus ideas, entra en continuo conflicto con Pável, de actitudes y costumbre aristocráticas.
    Un pariente de Arkadi llega a la ciudad y los dos jóvenes van a encontrase con él. En la cena conocen a Anna Serguieievna, una joven viuda seis años mayor que ellos, que los invita a visitarla en su hacienda de Nikólskoe. Ahí vivió con su esposo Odintsov. Los dos quedan muy impresionados. Nunca antes habían conocido a alguien como ella.
    Al día siguiente viajan al lugar y ahí conocen a Katia, hermana de Anna, y a una princesa que es su tía. En los días en Nikólskoe, Bazaróv y Anna discuten con frecuencia. Entablan una relación platónica. Al mismo tiempo Arkadi, que está enamorado de Anna, se acerca a Katia. La relación de los amigos se tensa. Deciden dejar la hacienda e ir a casa de Bazaróv.
    Los padres a su llegada se ponen felices y le hacen todo tipo de agasajos que él rechaza. Los jóvenes, ante la inactividad, deciden regresar a la hacienda de Arkadi. Antes pasan por Nikólskoe, pero Anna no los recibe bien y deciden seguir su camino. Arkadi, sin avisar a Bazaróv, va en busca de Katia y la declara su amor. Pide su mano.
    Bazárov, se queda en casa de los Kirsánov, y continúa discutiendo con Pavel. El joven coquetea con Fiéniechka y un día la besa y ésta lo rechaza. Ellos no se dan cuenta que Pavel observa la escena. Éste, sin darle razones, reta a duelo a Bazárov. En él Pavel resulta herido en la pierna. El joven tiene derecho a utilizar una segunda bala, pero no lo hace.
    Bazárov emprende el camino a su casa, pero antes hace una visita rápida a Anna. Ella le dice que a malentendido sus sentimientos. Se frustra. Antes de irse se encuentra con Arkadi y se despiden. Saben que nunca más se van a encontrar. Los dos van a tomar caminos diferentes.
    Ya con sus padres, Bazárov preso de la melancolía, en la que su nihilismo le prohibe caer, extraña a Anna. Un día, un campesino llega a la casa a pedir ayuda para su hermano que tiene tifus. Ya nada se puede hacer y el campesino muere. Al día siguiente Bazárov ayudar al médico local a hacerle la autopsia. Se corta un dedo y se contagia. No tiene remedio. Avisa a Anna de su situación. Ella lo vista antes de que muera.
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    Iván Serguéievich Turguénev. Nace en 1818 en Oriol, Rusia, y muere en 1886, en Bougival, Francia.  Es hijo de una familia con dinero. Su niñez y juventud la pasa en la hacienda de sus padres. Ahí tuvo contacto cercano con los siervos y su estilo de vida. Su madre, una mujer muy violenta, lo hacía azotar con frecuencia. Él decía que experimentó en carne propia lo que soportaban los siervos dependientes del señor de la hacienda. 
    Estudió letras en la Universidad de Moscú y San Petesburgo, después hizo cursos en la Universidad de Berlín. Su situación económica está resuelta y se dedica a la escritura. Su primer éxito fue Memorias de un cazador, donde describe la vida de los campesinos. Rompe con el estilo idealizado que se tenía de la vida de los siervos. A la muerte de Nikolái Gógol, Turguénev escribió un texto en su honor que no gustó a las autoridades rusas, lo tienen un mes en la cárcel y un año encerrado en su hacienda.
    En 1856, cuando ya puede viajar al extranjero, decide establecer en París de manera definitiva. Su presencia en la capital francesa contribuye a que se le conozca en Europa. A su vez, el nuevo entorno, influye en sus escritos. ?En Francia entró en contacto con reconocidos escritores como Maupassant y Flaubert. Murió en Bougival, cerca de París, el 29 de agosto de 1882. Está enterrado en el cementerio de San Petesburgo.
    2018
    El pueblo soy yo 
    Enrique Krauze
    Editorial Debate
    México, 2018
    pp. 290
    El autor se propone responder a cinco grandes preguntas: ¿Por qué nuestra América ha sido tierra de caudillos y líderes carismáticos? ¿Cuál es nuestro concepto de Estado y por qué, en muchos casos, es tan preponderante sobre los individuos? ¿Cuál es la genética de nuestras revoluciones? ¿Por qué pende siempre sobre nosotros la sombra del poder absoluto concentrado en una persona? ¿Por qué –a diferencia de Estados Unidos– ha sido tan difícil arraigar las instituciones, leyes, valores y costumbres de la democracia liberal?
    Las respuestas a estas preguntas se dan en las cuatro secciones que tiene el libro. Krauze en el desarrollo de cada uno de los apartados recurre a la disciplina de la historia, la filosofía, la sociología, la cultura y la política. Es un aborde multidisciplinario que está presente en otras de sus obras.
    La primera sección, “Anatomía del poder en América Latina”, ofrece, de manera detallada, una síntesis del pensamiento del historiador y filósofo estadounidense Richard M. Morse. Se ofrece la explicación que da al pensamiento político y moral de las dos Américas. Krauze tuvo una relación cercana con Morse y su familia y en este mismo apartado le escribe una carta, que ya nunca podrá leer, en la que a rebate sus tesis. La misiva se centra en rescatar el legado liberal en Iberoamérica el cual no reconocía Morse. El apartado comprende también una lectura de Benito Cereno novela de Herman Melville. La síntesis del pensamiento de Morse y la crítica que Krauze le hace es interesante e iluminadora. Ofrece claves, para entender la historia y la política en las dos Américas.
    En “Populismo y dictadura”, la segunda sección, Krauze propone una definición y un decálogo del populismo en dos artículos publicados en Reforma. Uno en 2015 y otro en 2017. Y a partir de esa base analiza el poder personal absoluto, tema central del libro, en el caso de Cuba y Venezuela. Son dos ensayos publicados en The New York Review of Books y reproducidos en Letras Libres. Uno en 2015 y otro en 2018. En el texto sobre Cuba dialoga con Waldo y Marc Frank. La utopía que se quería construir fracasa muy pronto. Krauze visita Venezuela y se entrevista con gente de grupos diversos. Su investigación de campo se publica en El poder y el delirio (2009). El ensayo, que forma parte de esta sección, es una puesta al día de ese trabajo. La conclusión es tajante: Venezuela está destruida.
    Los otros dos ensayos son, dice Krauze, “una advertencia preventiva”. Se analiza la ideología y la propuesta del Partido Podemos de España. A sus fundadores les llama “guerrilleros de salón”. El artículo fue publicado en El País en 2016. Y en el ensayo el “Mesías tropical”, publicado en 2006 en Letras Libres, se analiza la personalidad de Andrés Manuel López Obrador y en un texto nuevo reitera que el ahora presidente electo de México es un populista y no uno más sino “un populista nimbado de santa ira”. López Obrador, dice Krauze, se define como un salvador y redentor político y así lo ven muchos de los que lo siguen y simpatizan con él.
    En la tercera sección, “Fascista americano”, aborda la figura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Krauze dice que para el caso de Trump el calificativo de fascista no es un insulto sino solo una descripción. El preámbulo del apartado es un texto publicado en 2004 en Letras Libres y Reforma. Le siguen una serie de artículos que dan cuenta del pensamiento y las reacciones del presidente estadounidense. Son textos publicados entre 2016 y 2017 en Reforma, El País y The New York Times.
    “La demagogia, tumba de la democracia”, la cuarta y última sección, es una reflexión sobre la demagogia y sus efectos en la política y la vida pública. Krauze parte del mundo clásico. En un primer texto, publicado en 2016 en Letras Libres, analiza la historia de Coriolano escrita por Plutarco en Vidas Paralelas y dramatizada por William Shakespeare. El segundo ensayo es un análisis del concepto de demagogo en la Grecia clásica a partir de la revisión de la obra de una serie de especialistas. La idea central es que las democracias son mortales. Y los demagogos son parte de sus asesinos.
    Krauze en el último párrafo del Prólogo nos dice cuál es el propósito de su obra: “Este libro es un pequeño viaje histórico, un testimonio personal, una acumulación de lo visto, oído, leído, conversado y aprendido sobre el poder personal absoluto. Y es también una argumentación crítica contra quien, en nuestro tiempo, sienten encarnar cuatro palabras que, juntas, deberían ser impronunciables: el pueblo soy yo”.
    2001
    Los pueblos indios de México hoy
    Carlos Montemayor
    Editorial Planeta
    México, 2001
    pp. 167
     
    El libro ofrece una panorámica de la realidad de los pueblos indios en el México de hoy, pero situado en un conjunto de antecedentes que vienen desde la colonia. El autor se propone responder a la pregunta: ¿Qué son los pueblos indios de México hoy?
    Montemayor expone el proceso complejo y violento que inicia en la conquista y llega a nuestros días bajo el eje central de la resistencia indígena al dominio, antes, a la corona española, y ahora, del Estado mexicano.
    Se cuestiona el término “descubrir”. ¿Descubir qué y a quién? A lo largo de la historia la palabra ha servido para nombrar dos cosas: el momento en que Colón llega a estas tierras y también para describir el proceso de mestizaje e implantación del gobierno español en estas tierras.
    El autor hace una investigación muy amplia sobre el trato dado a las comunidades indígenas desde el “descubrimiento” de América por Colón que trajo consigo cambios radicales en la política, la economía, la religión y la cultura de las naciones indígenas.
    Los indios fueron derrotados en la conquista; sometidos y explotados en la Colonia; despojados de sus tierras comunales por el liberalismo del siglo XIX; en 1910, durante la Revolución, se hacen agraristas, para recuperar sus tierras; en el siglo XXI están oprimidos por el paternalismo indigenista contemporáneo.
    La utopía imaginada por algunos que implicaba la construcción de un nuevo mundo en las tierras “descubiertas” fracasa. Se impone el proyecto de conquista que sólo ve el sometimiento y control político, por un lado, ya la explotación de la riqueza, por otro.
    Montemayor explica el racismo de la sociedad mexicana y el proceso de discriminación presente, aunque siempre se niegue. Y a pesar de la negación está ahí y no se puede esconder.
    En su momento el autor, con esta obra, aporta ideas sobre cómo se podía y debía resolverse el problema entre el gobierno y los zapatistas. ¿Cuál es el camino que debe proponer el Estado, para entablar una nueva relación con los pueblos indios?
    El texto es un libro de divulgación, pero puede servir de consulta. Está escrito en una prosa ágil y sencilla que todos pueden entender. Es una propuesta sólida y profunda, para entender el mundo indígena en el México de hoy.
    2018
    Jesús
    Aproximación histórica
    José Antonio Pagola
    PPC Editorial
    México, 2013
    pp. 573
     
    La importancia excepcional del libro de Pagola la sintetiza Manuel Fraijó: “Uno de los grandes méritos de la obra de Pagola es que logra transmitir en un lenguaje inteligible y elegante los resultados de la alta investigación sobre la persona de Jesús. El destino de estas obras ha sido siempre controvertido. (…) Y aquí empiezan los problemas con el magisterio de la iglesia. Mientras la hermenéutica del gran legado bíblico se transmite en gruesos volúmenes, accesibles solo a los especialistas, los guardianes de la fe no suelen alarmarse. El pánico cunde cuando Pagola, Hans Küng, y tantos otros teólogos de nuestros días logran que los resultados de la investigación bíblica abandonen los recintos especializados y salgan a la calle”.
    El libro nos acerca a la persona de Jesús mediante la combinación del rigor propio de la investigación histórica con una forma de presentación clara y asequible, para todos. Pagola responde en forma novedosa y original a preguntas fundamentales en torno a Jesús: ¿Quién fue? ¿Cómo entendió su vida? ¿Cómo vivió su fe? ¿Por qué actuó como lo hizo? ¿Qué alternativa propuso? ¿Dónde está la fuerza de su persona? ¿Cuál es la originalidad de su mensaje? ¿Por qué se le ejecutó? ¿Cómo terminó su aventura? ¿Qué siguió después de su muerte?
    Pagola al responder a estas preguntas presenta, con gran fuerza, al Jesús histórico, al de carne y hueso, que busca a Dios sobre todas las cosas y se revela como una persona humana y misericordiosa. Ese Jesús predica la venida del reino de Dios en esta tierra, es amigo de prostitutas y pecadores, se acerca y cura a los enfermos. Se relaciona con los pobres. Rechaza el poder. Constituye un grupo que lo sigue y acompaña en su predicación. Enseña con parábolas.
    En su movimiento de renovación, de su propuesta de entender a Dios de otra manera, uno que ama y no juzga, provoca a los sacerdotes oficiales. Ellos lo entregan a las autoridades romanas, para que lo juzguen y maten en la cruz. Dios, su padre, lo resucita. Sus seguidores se desconciertan. Su líder ha fracasado. ¿Qué sigue? ¿Qué deben hacer? Reaccionan y se organizan, para empezar a predicar el mensaje de Jesús.
    A lo largo de todo el texto, Pagola construye un relato claro, vivo e intenso sobre la vida y el mensaje de Jesús. En cada uno de los quince capítulos y el epílogo al tiempo que desarrolla al personaje da cuenta del estado actual de la investigación. Cita a los especialistas de las distintas escuelas históricas y teológicas que investigan sobre la figura de Jesús. A él en todo momento lo ubica en su contexto social, económico, político, cultural y religioso a partir de los datos más recientes de la investigación científica sobre este personaje. Hace también referencias al trabajo arqueológico más reciente.
    Cada capítulo termina con una amplia bibliografía organizada por los temas a los que se hace referencia. Las fuentes son obras en español, francés, inglés e italiano. La revisión bibilográfica es enorme y constituye una guía, para profundizar en la vida de Jesús. En la Bibliografía general se citan 326 obras y en la Bibliografía en español otras 223.
    El libro tiene ocho anexos con información muy relevante, para entender el trabajo de Pagola en torno a Jesús. El título de los mismos da una idea de lo que tratan: 1) Breve perfil histórico de Jesús; 2) Criterios generales de interpretación; 3) Fuentes literarias; 4) Criterios de historicidad; 5) Principales datos arqueológicos; 6) Rasgos de la investigación actual sobe Jesús; 7) Ciencia-Ficción en torno a Jesús; 8) Cronología.
    El libro me ofreció una nueva y sugerente interpretación sobre el Jesús histórico. En esa nueva forma de abordar la figura del personaje resulta fundamental la información que arroja la arqueología, la antropología y la que proporciona el contexto económico, político, social, cultural y religioso de la Palestina en tiempos de Jesús. Me dio también elementos para enriquecer mi fe.
    Pagola señala que el estudio del Jesús histórico no puede por sí mismo “despertar la fe en Jesucristo, Hijo de Dios encarnado para nuestra salvación. La fe de la Iglesia en Jesucristo no depende del avance de los investigadores”. Y añade que la fe “es fruto de la acción de Dios en nosotros y de nuestra respuesta fiel por caminos diferentes y complementarios de búsqueda personal, escucha de la Palabra de Dios, incersión en la comunidad cristiana, seguimiento fiel a Jesús, escucha de su Evangelio en el seno de la Iglesia”.
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    En 2007, Pagola publicó la primera versión de Jesús, aproximación histórica y deinmediato se convirtió en un éxito editorial. En 2008 introdujo 39 páginas al original. Lo hizo por recomendación de Juan María Uriarte, obispo de la diócesis de San Sebastián, España, a la que pertenece. Se quería con esa concesión, que en nada cambiaba la sustancia del texto, responder a las agresiones de los obispos españoles más conservadores que estaban en contra de la obra y de su autor al que acusaron de hereje.
    La editorial PPC fue obligada por la Conferencia Episcopal Española (CEE) a suspender la venta del libro. El caso fue a Roma para el análisis del texto por parte de la Congregación de la Doctrina de la Fe. En el Vaticano las cosas caminan lento. En 2013, cinco años después, la Congregación dictó sentencia: El libro no contiene “ninguna proposición contraria a la fe”. La editorial lo pudo vender de nuevo en España. En ese tiempo el libro se podía adquirir en otros países.
    Cuando Pagola conoció la sentencia de Roma escribió: (…) “la Congregación reconoce que mi libro no contiene ninguna proposición contraria a la fe, por lo cual no me ha pedido corregir ningún error doctrinal o afirmación herética. En lo referente a cuestiones metodológicas, la Congregación hace diversas consideraciones sobre el objetivo y la naturaleza de mi libro, y sobre la relación entre fe e investigación histórica. Sin embargo, no ha considerado necesario pedirme una revisión del enfoque de mi obra ni tampoco corrección alguna”.
    Y añadió: “Ahora solo miro al futuro. Quiero vivir mis últimos años colaborando en lo que considero la tarea más urgente en la Iglesia actual: volver a Jesucristo como la única verdad de la que nos está permitido vivir y la única fuerza que nos puede hacer caminar hacia una Iglesia más evangélica al servicio de un mundo más humano”.
    El Pagola, como ahora se conoce el libro, ha sido traducido al inglés, francés, italiano, portugués (Portugal), portugués (Brasil), croata, ruso, catalán, euskera y japonés entre otras lenguas. El tiraje total del libro alcanza ya los cientos de miles de ejemplares.
    José Antonio Pagola. Nació en 1937 en Añorga, en un  humilde caserío de Guipuzcua, España. Es el sexto de ocho hermanos. Es sacerdote diocesano. Fue discípulo del cardenal jesuita Carlo Maria Martini en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma donde hizo su licenciatura en teología (1962) y también estudió en el Instituto Bíblico en la misma ciudad y ahí obtuvo la licenciatura en sagrada escritura (1965). En la Escuela Bíblica de Jerusalén hizo algunos diplomados (1966).
    Habla tres lenguas muertas y cuatro lenguas vivas, además del español y vasco. Su trabajo siempre lo ha hecho en la diócesis de San Sebastián, España. Ahí fue vicario general del obispo (21 años con José María Setién y uno con Juan María Uriarte), además de rector del Seminario Mayor y profesor de la Facultad de Teología del Norte de España, con sede en Vitoria. Ha escrito diversos libros y el más conocido es Jesús, aproximación histórica. 
    2018
    El rumor del oleaje
    Mishima
    Alianza Editorial
    Madrid, 2017
    pp. 204
     
    Es una hermosa historia de amor de dos adolescentes, que recuerda a la de Romeo y Julieta. Ocurre en la pequeña isla de Utajima, al sur de Japón. Sus pobladores viven en un mundo aislado y hermético, pero al mismo tiempo idílico. En la estructura de la novela hay un diálogo permanente entre la historia de amor y la que ocurre en la isla donde todos se conocen y saben de sus vidas.
    Yukio Mishima (1925-1970) registra con precisión y a detalle la vida de esa comunidad de pescadores. Están lejos de lo que ocurre en el resto del Japón. Ellos y sus familias viven como lo hicieron sus antepasados. Aquí nada ha cambiado. El autor recrea la armonía que existe entre la naturaleza y los habitantes de la isla.
    El trabajo es duro para los hombres y para las mujeres. Ellos inician desde la madrugada las labores de la pesca y ellas, en la temporada, bucean para obtener algas y mariscos en el fondo del mar. Su vida es austera, pero no les falta lo que necesitan. Viven en el marco de una ética comunitaria donde la honradez, la verdad y el honor son fundamentales.
    En ese horizonte surge y se desarrolla el amor entre Shinji, un pescador pobre, y Hatsue, la hija del hombre más rico y poderoso de la isla. Los dos viven su primera experiencia amorosa. Uno al otro se descubren y se reconocen en su condición de hombre y mujer. Es una relación limpia e ingenua, pero también apasionada. Los dos se enfrentan a dificultades. El padre de ella tiene otros planes para casarla.
    Muchos críticos coinciden que el personaje central de la novela es la vida en la isla y su naturaleza. Como parte de esa vida están las tradiciones y las costumbres ancestrales del Japón. Está también el océano y el ruido de las olas, la fuerza del viento y de la lluvia, los amaneceres y los atardeceres, los olores del mar.
    Mishima con esta novela, que se considera como una de las más bellas historias de amor de la literatura, rinde homenaje a la cultura japonesa y a su gente. La escribe en 1954, pocos años después del fin de la II Guerra Mundial que termina con la derrota de Japón.
    La novela me gustó mucho. Uno presiente que está ante una obra maestra. Cada línea está cuidada. La escritura es íntima, delicada y al mismo tiempo poderosa. Las descripciones de la naturaleza son ricas y precisas. La manera como expresa los sentimientos de los personajes, de manera particular el descubrimiento del amor y la sexualidad es muy hermoso.
    Versión original: Shiosai, 1954. Traducción del inglés al español de Keiko Takahashi y Jordi Fibla. Primera edición en España, 2003. En 2017 es la cuarta reimpresión.
     
    Yukio Mishima (Tokio, 1925 – Tokio, 1970). En 1970, decide cometer el yukuku, suicidio ritual de herencia samurái que fomenta la Tatenokai, una milicia que defendía los antiguos valores del Japón. Él planificó su muerte durante cuatro años. Antes de tomar su decisión envió a su editor la última novela de su tetralogía El mar de la fertilidad.
    Escribió 40 novelas, 18 obras de teatro, 20 libros de relatos y 20 de ensayos. Algunas de sus obras más reconocidas son: El marinero que perdió la gracia del mar; Confesiones de una máscara; El rumor del oleaje y la tetralogía El mar de la fertilidad que se integra con Nieve de primavera, Caballos desbocados, El templo del alba y La corrupción de un ángel. En tres ocasiones fue candidato al Nivel de Literatura. Profesaba una ideología muy conservadora y tradicional de corte ultraderechista. Fue un gran viajero.
     
    2018
    Siete son tus razones
    Jorge Alberto Gudiño Hernández
    Editorial Alfaguara
    México, 2018
    pp. 204
     
    Es la segunda novela de la saga del inspector Cipriano Zuzunaga. La primera es Tus dos muertos (Editorial Alfaguara, México, 2016). En esta ocasión su jefe Alvariño le encarga, a nombre del procurador, que investigue la muerte de un rico comerciante. Homo y Hetero, los sobrinos de éste, son quienes han hecho la denuncia. El asesino ha desaparecido.
    Junto a la intrincada historia de la investigación criminal se desarrolla la vida más personal de Zuzunaga. En esta ocasión son sus amores, sus afectos, sus miedos y sus amigos los que constituyen el hilo conductor de la narración. A la par, en un segundo plano, se desarrolla la investigación del crimen.
    Ahora Zuzunaga, se enfrenta a sí mismo y a la manera de resolver sus problemas cotidianos, pero también se da tiempo para reflexionar acerca de sí mismo, de su vida, de lo que realmente quiere y por lo que está dispuesto a vivir y a morir.
    El inspector aloja en su departamento a Nat y su bebita. Lo hace por generosidad. Le duele que vivan en la calle. A veces quisiera sentir el calor de la piel de Nat, pero siempre se contiene. Nat entra y sale del departamento, a veces desaparece por días, pero Zuzunaga no pregunta. Solo se solidariza.
    Un día Leslie, su hija que vive en Estados Unidos, le habla para decirle que Sonia, su madre, está enferma. Ella ahora saca la residencia y no puede viajar a México. Él, que hace años no ve a quien fuera su pareja, le dice a su hija que no se preocupe y que se hará cargo de la situación. Sonia está muy grave.
    Zuzunaga la interna en el hospital y consigue que una vecina amiga de la que fue su esposa la acompañe todos los días, como un familiar, en el hospital. Él paga todos los gastos. Cuando habla con su hija le dice que todo está bien y que no se preocupe. De vez en vez Zuzunaga va al hospital y platica con Sonia. Le habla del tiempo que vivieron juntos. Ella no puede escuchar.
    Los médicos diagnostican la muerte cerebral de Sonia. Ya no hay nada que se pueda hacer. El inspector le dice a su hija que no tiene caso que venga a México. Él se hará cargo de todo. Una vez más la solidaridad incondicional de Zuzunaga. El hombre duro, que conoce a fondo los bajos mundos y que sabe como lidiar con ellos, se revela como un ser bueno y solidario.
    A él, le gusta a ir a platicar con Pablo, el médico forense de su oficina, y tomar juntos el magnífico café que prepara. Hablan de muchas cosas. Filosofan sobre la vida. Zuzunaga conoce a Lola, una mujer atractiva que está a cargo de un café-internet. Se interesa en ella. Se pregunta si sería posible establecer una nueva relación de pareja. Ya son muchos años de vivir solo.
    Está también su relación con la Amarilla Nelson, un amigo de años y cómplice en situaciones difíciles de otra época. Ahora su amigo le pide ayuda para vengar al asesinato de su familia. En otros tiempos hubiera sido imposible, pero ahora están dadas las condiciones. El inspector, en este caso, también se solidariza y toma en sus manos hacer justicia. El amigo queda vengado.
    Zuzunaga vive esas experiencias, personales e íntimas, a la par que sigue la investigación sobre el caso del comerciante asesinado. Esta vez también los resuelve y demuestra que Néstor Quiñones, el supuesto asesino no es tal. Los asesinos son otros. Ellos pensaron que nunca serían descubiertos. El inspector sabe cómo actuar.
    La escritura de la novela, como la anterior, es de frases cortas y contundentes. A veces de una sola palabra. Es una narrativa ágil e innovadora. Gudiño Hernández construye un estilo que lo identifica y le es muy propio. Espero que haya una tercera entrega de la vida y las investigaciones criminales del inspector Cipriano Zuzunaga.
    2018
    Sueño de Solentiname
    Julieta González y Pablo León de la Barra, editores.
    Fundación Jumex
    México, 2018
    pp. 94
     
    Es el catálogo de la exposición Sueño de Solentiname, que se exhibió en el Museo Jumex, Ciudad de México, y antes estuvo en la 80 WSE Gallery de la New York University en Nueva York. La exposición y el texto se plantean la relación entre el arte y la política a partir de la comunidad que en 1965 Ernesto Cardenal – el sacerdote, el poeta y el escultor – funda en la Isla de Solentiname, en Nicaragua.
    Registra también el impacto que esa experiencia tuvo al inicio de los años ochenta en un grupo de artistas que trabajaban en Nueva York, Estados Unidos. Es el tiempo de la guerra entre el gobierno sandinista, que empieza a gobernar en julio de 1979, y el movimiento que se conoce como la Contra, que se reveló contra el nuevo régimen con el apoyo logístico y financiero del gobierno de Ronald Reagan.
    La comunidad de Solentiname existió hasta 1977 cuando fue destruida por el régimen del dictador Anastasio Somoza. Cardenal gesta la idea de la creación de la comunidad de Solentiname en diálogo epistolar con el monje trapense Thomas Merton (1915-1968). El poeta vivió algún tiempo en la abadía de Getsemaní, en Kentucky, Estados Unidos, cuando Merton era el abad.
    El proyecto comunitario se construye a partir de cuatro grandes ejes: El trabajo manual a la manera de los monasterios trapenses; la vida comunitaria inspirada en la vida monacal y los postulados de la Teología de la Liberación; la lucha por la justicia social y el arte. La pintura de estilo primitivista, que surge aquí, se convierte en una forma de vida, de subsistencia y también de expresión política.
    A lo largo de los doce años de existencia de esta comunidad utópica fue visitada por muchos artistas y escritores. Entre ellos Julio Cortázar que, en 1976, después de estar en la isla, escribe Apocalipsis de Solentiname, donde describe su estancia y su encuentro con la pintura primitivista. El texto se incluye en el catálogo.
    En Solentiname. El Final, el fundador de la comunidad, el padre Cardenal, narra el proceso muy personal, diría místico, que lo lleva a dar forma a su idea. Da cuenta del compromiso político de jóvenes que integran la comunidad que los lleva a participar en la lucha armada con el Frente Sandinista. De lo intensamente feliz que vivió en la isla y del fin del proyecto. El texto escrito en 1978 se incluye en el catálogo.
    Gabriel Villalobos en La religión como revolución aborda el tema de la Teología de la Liberación y su aplicación en el caso de la comunidad de Solentiname. Y hace algunos señalamientos de la reacción que este movimiento teológico provocó en diversos sectores en América Latina. El texto se escribió para el catálogo.
    De las pinturas primitivistas que se exponen en el catálogo se reproducen a color ocho de ellas. Hay obras de Eduardo Arana, Rodolfo Arellano, Julia Chavarría, Mariíta Guevara, Miriam Guevara, Esperanza Guevara, Oscar Mairena, Pablo Mayorga, Elena Pineda y Olivia Silva. Se exponen también esculturas de Cardenal que corresponden a 50 años de trabajo.
    En el catálogo, que es pequeño y austero, hay fotografías de Sandra Eleta, que estuvo algún tiempo en Solentiname, y también de la fotógrafa Susan Meiselas, que cubrió la guerra de los sandinistas contra la dictadura somocista en Nicaragua. La exposición y el catálogo incluyen obras del colectivo Group Material (1982-1984) entre ellas Línea del tiempo. Una crónica de la intervención estadounidense en Centroamérica y América Latina. Se incluye en el catálogo.
    La exposición muestra también una instalación de la iglesia de Solentiname del artista Marcos Agudelo que, de niño, con su padre y hermanos, vivió en la isla. Él recientemente ha restaurado la iglesia que en 1977 fue destruida por la Guardia Nacional del dictador Somoza. En el catálogo se incluye una foto de la iglesia destruida y otra que muestra como ha quedado después de la reconstrucción.
     
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