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Silencio
22 DE FEBRERO DE 2019

La novela histórica Silencio (Edhasa, 2017) se considera la obra cumbre del japonés Shûsaku Endô (1923-1996). En 1966, cuando se publicó en Japón, tuvo una enorme acogida y se vendieron más de dos millones de ejemplares. En la portada de la edición en español se añade el subtítulo de La aventura de los jesuitas en el Japón del siglo XVII.

A mitad del siglo XVI empiezan a llegar al Japón misioneros de distintas órdenes religiosas para evangelizar y así se forma una pequeña, pero también importante comunidad de católicos japoneses. A partir de 1587 la política de tolerancia religiosa empieza a dar un viraje y los cristianos comienzan a ser perseguidos y asesinados.

En 1614 las autoridades decretan la expulsión de los misioneros y la orden que se cumple de inmediato. Algunos sacerdotes deciden esconderse, para no abandonar a sus fieles. En el curso de unas décadas son capturados y se les pide renieguen de su fe. Quienes se niegan son torturados con terribles suplicios. Algunos ceden, pero otros deciden morir como mártires.

El caso de apostasía del jesuita portugués Cristóbal Ferreira fue muy conocido en su época. En 1632, cuando lo capturan, era el Provincial de los Jesuitas en Japón y gozaba de un gran prestigio en Roma. Las autoridades japonesas en su presencia torturan a feligreses atenidos por él, que termina por ceder para que éstos no sean asesinados.

En 1638 los padres jesuitas Sebastián Rodrigues y Francisco Garpe, discípulos de Ferreira, obtienen permiso de sus superiores para ir a Japón con el propósito de saber qué pasó con su maestro y atender a los cristianos japoneses que se han quedado sin sacerdotes. Al llegar se internan en el territorio y empiezan su trabajo sacerdotal.

Poco después son capturados por las autoridades y las comunidades que los acogieron son golpeadas y algunos de sus dirigentes hechos prisioneros.  Se les obliga a renegar de su fe y el que no lo hace es torturado y finalmente asesinado. Mueren como mártires de la fe.

Endô, de religión católica, reconstruye el proceso espiritual del padre Rodrigues a partir de unas supuestas cartas escritas por él, que no son reales. En la reflexión que hace el autor está presente el tema cultural, pero se centra en lo que ocurre en la conciencia de los personajes.

Rodrigues es sometido a un proceso, que debe terminar en la apostasía, dirigido por Inove, señor de Chikugo. Ese proceso sirve a Endô para hacer una reflexión muy profunda y dramática sobre la fe. ¿Por qué Dios permanece en silencio? ¿Dios existe?

Si Dios no existe la vida toda sería grotesca y grotesca la vida de los creyentes y de los mártires, se dice Rodrigues. En el proceso Ferreira habla con éste y trata de convencerlo que el martirio de él y de los feligreses no tiene sentido. Que vivo puede ser útil, para los demás.

Ferreira le dice que el Dios en el que creen los cristianos japoneses no es el Dios de la Biblia. Ellos han construido uno propio que no es el que se les ha predicado. La apostasía es un acto de humildad, es la renuncia del yo.

En su proceso Rodrigues pregunta a Dios: ¿Por qué no hablas? ¿Por qué nunca dices nada? ¿Por qué no haces nada por los fieles que por creer en ti son sacrificados? Él llega a convencerse de que negarse a sí mismo es una prueba de amor y que Cristo también lo haría.

La reflexión de Endô es de un humanismo profundo y radical. Es una reflexión teológica, pero también ética. Su texto histórico-literario enfrenta a lo más profundo de la persona. Pregunta por el sentido de la vida y por el camino que se debe tomar.

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Silencio

Shûsaku Endô

Edhasa

Barcelona, 2017

Pp. 253